Carlos Enríquez Santos
El verbo mentir viene del latín mentiri – mentir; es decir, urdir un embuste con la mente. De ahí mismo surge el sustantivo mentira. Más o menos, todos coinciden en que el verbo mentir tiene una raíz indoeuropea que es men, vinculada a la idea de operaciones mentales o de pensamiento. De ahí que se asocie de manera habitual a mens, mentis, que da como resultado mente, demente, vehemente y todos los adverbios terminados en mente, como violentamente, del latín violenta mente, «con mente violenta».
La acción de mentir, por tanto, es la acción que se urde en la mente creando un embuste; es decir, un argumento falso, que no ha acontecido en la realidad, que se crea con base en la imaginación de la persona pero que crea violencia palpable en el entorno social del sujeto.
La mentira es mentira, sea pequeña o grande, piadosa o de cortesía; pero, toda mentira causa algún tipo de daño en el entorno de quien la pronuncia.
Es importante entender que existen distintas motivaciones para mentir: algunos utilizan la mentira para poder ejercer sus obsesiones y salirse con la suya a pesar de las consecuencias desastrosas que en su entorno originan sus mentiras. Tambien hay quien utiliza la mentira para vengarse de sus supuestos enemigos.
Adolfo Hitler decía: “que entre más grande fuera la mentira, más grande sería creída”, y destruyó a su propia nación y a varias naciones europeas, además de que hizo un daño irreparable a la humanidad. Eso es lo que puede pasar, cuando un líder con investidura presidencial, y el poder que ésta le otorga, es utilizada para complacer solamente a su ego, a su grupo político y pagar las alianzas que le llevaron al poder. No importa mentir, no importa dañar a los pobres de México: se miente para gobernar, para gobernar a unos cuantos y orientar todo para preservar el poder, no importa la perversa destrucción que con ello genere.
Pongo tres ejemplos:
- La cancelación de la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), que fue justificada de manera absurda, y sumamente costosa, pone de manifiesto la personalidad obsesiva y caprichosa del Presidente: desoyó a los expertos y permitió que Javier Jiménez Espriú mintiera respecto del dictamen de MITRE; sostuvo que en los contratos de la obra había turbios manejos e incluso que allí se ocultaba el robo de gasolina. Su cantaleta de hoy es el huachicol, problema en el que no exhibe pruebas ni promueve acción alguna para castigar a los culpables de tales ilícitos. Aseguró que había un terrible ecocidio contra la flora y fauna presente en los terrenos del Nuevo Aeropuerto; además, aseguró que los terrenos se los habían repartido los de la mafia del poder. Y aún más, que en el actual aeropuerto algunos empresarios harían grandes negocios, aunque de ser así, tendrían que ser aprobados por su gobierno por ser propiedad federal.
La consecuencia de esa mentira creada en su mente demente y vehemente es la de haber dejado sin posibilidad de detonación 400 mil empleos para gente de la zona oriente del Estado de México. Solo por ilustrar: al 30 de noviembre de 2018, el NAIM tenía un avance físico de por lo menos el 40 por ciento. El costo de los bonos emitidos para financiar la construcción del NAIM fue por 6 mil millones de dólares (mdd). De hecho, el nuevo gobierno recompró hasta un mil 800 mdd en bonos para evitar la exigencia de pagos. Y ha negociado pagar una penalización y abonos anuales por doscientos millones de dólares durante 20 años; es decir, terminará pagando el costo total del aeropuerto, pero sin aeropuerto. Y nos faltaría hablar del Fideicomiso de inversión en Energía e Infraestructura (FIBRA E), que se colocó en el mercado bursátil nacional por 30 mil millones de pesos.
El capricho irracional del Ejecutivo nacional no solo exhibe su mentira, sino su ignorancia y torpeza para gobernar.
- La política social del Nuevo Gobierno está asociada a la bandera de campaña del Ejecutivo nacional: la lucha contra la corrupción. Permítaseme recurrir de nuevo a las etimologías para entender más objetivamente el fenómeno. La palabra corrupción viene del latín corruptio, palabra formada del prefijo cor, de ahí, corroer y de la raíz verbal rumpere, que significa, quebrar, hacer pedazos, hacer estallar; de ahí que quiere decir que se echa a perder por el proceso de putrefacción, estalle, se rompa o se haga pedazos.
La lucha contra la corrupción y lo que la genera, que es la pobreza, no es enfrentada desde sus causas; al contrario, solo se le combate con paliativos que solo siembran ilusiones en la gente pobre de México.
Me explico. La flamante idea de nuestro ejecutivo nacional es que la pobreza se erradica con dar dinero a los pobres. ¡Ah, pero sin intermediarios! Porque así eliminamos la “corrupción” y el dinero si llegará a los destinatarios. Con ello, mengua la libertad organizativa del pueblo, a quien también divide. Según él, la pobreza se combate creando relaciones de dependencia entre el monarca y sus súbditos; es decir, la pobreza se elimina dando dinero a diestra y siniestra, vendiendo los bienes nacionales y, para tener dinero para dar, remata todo lo que a él no le sirva. Pero ese dar dinero a diestra y siniestra no acaba con la pobreza, pero sí hace un público clientelar.
Otra ficción más: eliminar de la sociedad a los NINIS (los jóvenes que ni estudian ni trabajan), dándoles una beca mensual de 3 mil 600 pesos con la condición de que sean “ capacitados” en algún oficio por las empresas que estén dispuestas a recibirlos; pero, sin que esas empresas tengan que pagar nada. O sea, a la empresa se le regala la fuerza productiva tan dañada y ya de por sí mal pagada en nuestra sociedad. Esta fuerza productiva será de ahora en adelante, mano de obra gratuita. Esta es la peor y más corrupta forma de mentirle al pueblo pobre de México.
Toda persona con la mínima preparación en economía sabe que no podemos separar la economía de la política, por algo en la educación media superior se estudian principios de economía política: porque nos permite entender el proceso sobre la cual se edifica cualquier sociedad humana.
La estructura económica es la base que detona el desarrollo de una nación, no los programas sociales ni las ayudas humanitarias. La productividad nos permite crear obras de desarrollo social para ejercer una acción de interés común, y es el estado el encargado de tal creación, pues es la base para que se pueda desarrollar integralmente la sociedad. Por eso, Antorcha no pide dinero, pide obras, porque sin edificios no hay educación, sin trabajo no hay comida, sin drenaje se vive en podredumbre y las relaciones familiares se deterioran. Pedimos áreas deportivas, carreteras, edificios públicos, escuelas e instituciones educativas, hospitales, mobiliario urbano, pavimento, puentes, redes eléctricas, redes de agua potable, túneles. Sin ello, no podremos crear una sociedad con más sentido humano, no se pueden tejer relaciones sociales sanas, pacificas, solidarias, justas, equitativas.
Gobernar con la mentira y aprovechándose de la ignorancia y la buena fe de nuestro pueblo cansado de vejaciones, es la forma más perversa de corrupción. Regalarle al pueblo el pescado es darle alimento para un día, enseñarle a pescar es ayudarle a que el pueblo construya una vida digna de ser vivida.
De paso debemos decir que AMLO nos miente porque con los programas sociales está comprendo la conciencia de la gente; lo que repudió un día, es su práctica cotidiana durante sus primeros días de gobierno.
- Antorcha huachicolera. Es muy preocupante que el Ejecutivo nacional, en sus conferencias matutinas (por cierto, aburridas y deshilvadas, sin el mínimo necesario de conocimiento y preparación para una conferencia de prensa de un jefe de estado), sean utilizadas para falsear la realidad, difamar, intimidar y calumniar a todo aquel que se le opone, a todo aquel que tenga una idea diferente a las de él; a todo aquel que busque la verdad, o bien, intente transformar la realidad con bases científicas. Todos ellos son sus enemigos y, por tanto, la consigna es acabar con ellos. El modo elegido es la mentira que intriga y, en consecuencia, desprestigia. Lo común es que solo sea de palabra, sin pruebas. “Todos debemos creer que es verdad lo que él dice”. No puede haber duda, él dice la verdad y nada más. Pide y exige una sociedad acrítica.
El Presidente también eligió al Movimiento Antorchista como su enemigo: intriga en torno a que Antorcha es parte de la red de corrupción del llamado huachicoleo. Antorcha nunca se ha dedicado al huachicoleo, y nunca ha tenido concesiones de estaciones de servicio arregladas por debajo de la mesa, como ha asegurado el Ejecutivo nacional y sus medios de comunicación. La ligereza de sus afirmaciones, dañan, envenenan y crean un juicio mediático con condena incluida. ¿Cuál es el delito cometido? La organización Antorchista tiene gasolineras, ¿eso es un delito? ¿Fueron adquiridas de manera ilícita? ¿Dónde están las pruebas del delito?
Desgraciadamente, el Ejecutivo nacional utiliza la mentira para manipular: utiliza la intriga para que los mexicanos no veamos su torpeza, su ignorancia y su incapacidad para gobernar. Recordemos que intrigar significa enredar, embrollar, crear líos. Y esto es lo que hacen sus declaraciones a la ligera, prácticamente no aporta pruebas que demuestren sus acusaciones. ¡Aguas, porque sus mentiras señor presidente pueden causar una catástrofe nacional!
El poder es para crear mejores condiciones de vida digna para el pueblo pobre de México, no para que políticos inescrupulosos sigan creando gobiernos que manipulen y destrocen con sus mentiras e intrigas a quienes no comulgan con sus ideas. La Organización de los Pobres de México sí tiene un Proyecto de Nación y va a seguir luchando pese a las calumnias e intrigas que se tejan en su contra.
Carlos Enríquez Santos (Dirigente de Antorcha en Ixtapaluca, Estado de México)
