*1 de julio de 2018 día para “cobrar cuentas y facturas” a los políticos
Por Luis Repper Jaramillo*
México está hecho un caos, en lo político, en lo legislativo, en lo social… bueno hasta la naturaleza nos hace pasar malos ratos y las autoridades de los tres niveles de gobierno en la inopia, lejanos, irresponsables, incapaces, nulos, pero eso sí, todos apuntados ya hacia la elección presidencial de 2018, y los virreyes locales frotándose las manos para ver que les depara el futuro próximo, y pasar de gobernador, a Diputado federal, a Senador, a arrejuntarse para ver si el inminente presidente lo jala al gabinete.
¡Qué poca madre! de estos seudopolíticos mexicanos que ven más por sus intereses personales y partidistas que por la población a la que sangraron a lo largo de 6 y 3 años, jalando “agua para su molino”, mientras su territorio abandonado, ignorado, explotado y sometido al crimen organizado mientras ellos buscan saltar de un cargo a otro.
Dice el refrán popular que “tenemos los gobernantes que merecemos” Con el paso del tiempo creo que si hay razón, gran verdad o como dice el populo “sicierto”.
Y ¿Por qué la afirmación?, porque más de 80 millones de mexicanos en derecho de votar somos dejados, nos manipulan, hacen de nuestro voto –esos malditos políticos, partidos e instituciones electorales- una basura, pues a pesar de que el pueblo mandó, sufragó, ordenó una elección digna, ese triunvirato de boñiga, decide en petit comité quien gana, ignorando el voto que dictó sentencia. Tal es el caso de las elecciones para gobernador en Coahuila y Estado de México, en donde la mayoría dispuso derrotar a los priistas Miguel Riquelme y Alfredo del Mazo Maza, respectivamente, pero los chanchullos y “arreglos en lo oscurito” de la triada, desobedecen el clamor popular y “regalan” las gubernaturas a los indignos candidatos, despreciando la decisión del electorado en Coahuila y Edomex.
Bueno, ahí está el robo electoral priista… y no pasa nada. Todo se concretó en batallas mediáticas, críticas de columnistas decentes (honrados), no de oficiosos (Alemán, Gómez, López Dóriga, Fernández Menéndez, Cortés, Cárdenas, etc.), comentaristas, editorialistas, cronistas, conductores, que demostraron las transas en los Institutos Electorales locales, la comparsa del INE y del TEPJF, que en decisión de unos cuantos burócratas divinos y maiceados (Consejeros y Magistrados) avalan el “triunfo”, pero ilegitimo ante la impotencia de más de 110 millones de mexicanos.
A eso me refiero, cuando digo que todo quedó en los medios, porque la sociedad se mantiene pasiva, pasmada, paralizada ante la burla, el engaño de que fueron victima los coahuilenses y mexiquense. Las redes sociales jugaron su papel, pero hasta ahí, no influyó en la decisión oficial y “ganaron” las ratas priistas.
Sí, somos parte de la inmundicia en que está sumido México, porque a pesar de conocerse nacional e internacionalmente las corruptelas de Enrique Peña Nieto (Casa Blanca, viajes oficiales, en avión Presidencial, cargando a la parentela, a los “cuates”, amigos y colados, la casa en Ixtapan de la Sal, el plagio parcial de su tesis, su ignorancia, incapacidad y nulidad) no exigimos al Congreso de la Unión la revocación de mandato o su remoción, por incapacidad para gobernar.
Ahí sigue, repitiendo los mismo errores y permicidad u omisión, al dejar que miembros de su gabinete cometan similar corrupción como la de él: Luis Videgaray, su residencia en Malinalco; Miguel Ángel Osorio Chong, su Casa Blanca, también en Las Lomas, Gerardo Ruiz Esparza, su nulidad en todo lo que hace: Luis Miranda Nava, titular de la Sedesol sin saber, ni hacer nada para combatir la pobreza. Rosario Robles Berlanga, actora estelar de la Estafa Maestra, fraude superior a los 7 mil 670 millones de pesos. Emilio Lozoya Austin, cuando Director de Pemex y la transa con la empresa brasileña Odebrecht.
El saqueó asqueroso e inmoral del “líder” del STPRM, Senador del PRI, Carlos Romero Deschamps, que por más de 24 años ha obsequiado las cuotas de los verdaderos trabajadores de Pemex, al PRI y al gobierno federal en turno… ¿y qué ha pasado?… nada, esta RATA INMUNDA (Romero Deschamps) sigue robando las cuotas sindicales en favor de su partido.
Justamente a eso le juega el gobierno peñista, a la dejadez, al “valemadrismo”, al “no me importa” de los mexicanos –dejados- y siguen sus testaferros en la corrupción, la impunidad, los saqueos y el libertinaje. ¿Y qué hacemos como población para remediarlo?… nada, absolutamente nada. La única terapia de la gente es el Face Book, el whatsapp, las redes sociales, en donde descargan su ira, su impotencia, su coraje… hasta ahí, no más allá, en espera de un guía, un mesías, un líder que encabece un movimiento social que derroque al fallido y corrupto gobierno peñista.
Mientras más de 52 millones de mexicanos siguen viviendo en pobreza y pobreza extrema, nuestros gobernantes siguen usufructuando los millones y millones de pesos del erario público para sus actividades personales, como la reciente “pachangona” en la Residencia Oficial de Los Pinos, para celebrar el cumple Angélica Ribera de Peña, en donde se desbordaron platillos, bebidas, regalos y mucha música… con cargo, desde luego, a los impuestos que los mexicanos pagamos.
Y todo quedó en críticas, memes, sorna, quejidos, en contra de “la primera dama”, pero lo bailado y lo bebido ¿quién se lo quita?
¿Merecemos el gobierno que padecemos? ¡¡Claro que no!! pero que hacemos al respecto. Nada, tragarnos nuestro coraje y seguir pa’lante. Al fin que en unos días más conoceremos otras sandeces del gabinete y todo seguirá igual: memes, watts, opiniones, criticas, columnas y sanseacabó.
Lo mismo pasa en la Ciudad de México, en donde el Jefe de Gobierno, en sólo 4 años 9 meses ha destrozado –literal- dañado, afectado la capital de la república por su pésima y fallida administración. La historia es de todos padecida y conocida, mientras él juega al aspirante a candidato presidencial, valiéndole un cacahuate los asesinatos, asaltos, robos, embotellamientos, inundaciones, bloqueos, marchas, fotomultas, líneas amarillas, “arañas”, verificaciones, inseguridad, que un día sí, y cientos también padecemos más de 9 millones de habitantes, más 5 millones de visitantes y en tránsito.
Es tan malo, aberrante, inhumano, desconsiderado, indiferente, inmoral, incapaz, nulo y erróneo el gobierno de Miguel Ángel Mancera Espinosa, que lo que fue “la Región más Transparente del Aire” en pocos años la convirtió en una urbe amorfa, sucia, insegura, cara, que hiere el sentimiento de pertenencia, orgullo, admiración que por siglos tuvimos por el DF. Hoy da pena e intranquilidad caminar, circular, visitar la otrora Ciudad de los Palacios, convertida en botín de la delincuencia organizada, de los policías de tránsito y de proximidad, de vendedores ambulantes, de políticos ansiosos de que este sexenio capitalino termine para buscar ese cargo.
Parece mentira pero soportar, padecer, sufrir al mismo tiempo dos gobierno fallidos en similar sexenio, es una mentada de madre: el federal con Peña Nieto y el capitalino con Mancera Espinosa, y estoicamente soportarlos. No se había dado en las gestiones perredistas en el DF, ni con Cuauhtémoc Cárdenas, con López Obrador (y sus interinos), Marcelo Ebrard, no. Hasta que llegó Mancerita a madrear la bella e importante ciudad.
¿Y que decimos y hacemos los capitalinos para quitarle de las manos a este sujeto nuestra entidad?… Nada. Hemos dejado hacer, dejado pasar las ocurrencias e improvisaciones de un “administrador”, no gobernante, de la capital del país, que ha masacrado las calles y avenidas, permitido cambiar jardines, plazas públicas, por enormes construcciones, plazas comerciales, etc. en detrimento de la ecología, del cambio climático, el asfalto o concreto hidráulico, por la tierra, el pasto, los arroyos, favoreciendo los intereses empresariales locales, nacionales y extranjeros.
Nunca como ahora la frase vox populi “cómo me dueles México” se aplica a la situación actual, que a nivel nacional nos tiene sumidos en el desempleo, la pobreza, la inseguridad, la carestía de la vida, la desvergüenza intolerante de presupuestar para los partidos políticos, el INE y las campañas, 25 mil millones de pesos, dinero que en manos de ésos, se prostituye, en vez de canalizarlo para erradicar la precariedad, generar empleos, combatir la inseguridad, reforzar los programas de salud, educación, vivienda, etc.
¡Por qué? el erario público tiene que financiar actividades de zánganos, vividores, corruptos, transas e impunes políticos, partidos y candidatos, que luego se transformarán el gobernantes y funcionarios pillos, ladrones, tramposos (Ferrari, de Raúl Cervantes Andrade), dispendiosos y onerosos burócratas a los que todavía les pagamos sueldos millonarios y prestaciones insultantes, mientras la ciudadanía ve pasar y soportar los desplantes, incapacidad, deshonor a la palabra de servidores públicos improvisados, sin vocación de servicio, sin perfil profesional, (des) gobernando a más de 120 millones de mexicanos.
Bueno… pues la última palabra y decisión la tenemos nosotros el 1 de julio de 2018, cuando vayamos a las urnas a votar por Presidente de la República, Congreso Federal (Diputados y Senadores), Jefe de Gobierno de la CDMX, 64 diputados a la ALDF, algunos gobernadores y congresos locales. Varios presidentes municipales, síndicos y regidores, entre otros, en donde debemos “castigar” y “cobrar factura” a los gobiernos y partidos políticos del PRI, PAN, PRD, Morena por su indiferencia e incapacidad de seleccionar candidatos profesionales, aptos, capaces, que tienen a México y a la CDMX, sumidos en la inmundicia, la vergüenza, el abandono y el desinterés por la ciudadanía.
El 1 de julio de 2018 será el día de la sociedad… y no de los partidos y sus infumables candidatos.
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU)