Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro” de Radio Expresión México, que conduce Manuel Aparicio.
26 de septiembre de 2022.
En el pasado mes de agosto. Nayib Bukele presidente del El Salvador, celebró que 50 mil pandilleros de la Mara Salvatrucha, Sueños Revolucionarios y Barrio 18, ya se encontraban en prisión gracias a miles de soldados que desde el inicio de su gobierno, recorren las calles de ese país, que ya se encontraba bajo el terror de esas pandillas.
La mano dura del mandatario salvadoreño ha sido cuestionada por parte de organizaciones de Derechos Humanos, porque aseguran que está metiéndolos a la cárcel sin orden de aprehensión, y mientras eso sucede, Bukele prepara leyes para mantener a los pandilleros más tiempo en prisión.
Uno de los principales delitos de los pandilleros era la extorsión, hasta los más humildes comerciantes tenían que pagar su “derecho de piso” a los pandilleros, gracias a las acciones emprendidas por el presidente Bukele, han bajado considerablemente los delitos y los homicidios dolosos; al respecto la Asociación de Distribuidores de El Salvador, ha hecho saber que las extorsiones en los comercios minoristas se han reducido en un 80 por ciento.
Los empresarios aseguran que los resultados del régimen de excepción, han sido contundentes, porque impactan fuertemente a estas estructuras terroristas, el gran número de detenciones han tenido un efecto disuasivo, ya que muchos de los pandilleros muy activos, han detenido sus acciones criminales.
La gran ventaja que ha tenido el gobierno de Nayim Bukele, es que el partido que tiene la mayoría en el Congreso, es el mismo partido que lo llevó a la presidencia, todo esto bajo un régimen de excepción que les ha permitido hacer detenciones sin orden judicial.
Cabe mencionar que el régimen de excepción permite que se suspendan las libertades de movimiento, expresión, asociación, e inviolabilidad de las comunicaciones. Además, la Asamblea Legislativa puede suspender algunos elementos del derecho a la defensa y de la privación de libertad.
Organizaciones como Amnistía Internacional o Human Rights Watch e incluso la diplomacia estadounidense, han llamado al gobierno salvadoreño a respetar los derechos humanos, ante denuncias de detenciones de inocentes.
Respecto a las acusaciones de violación de Derechos Humanos, Nayib Bukele ha dicho: “Estos vividores de las ONGs internacionales, dicen velar por los derechos humanos, pero no se interesan por las víctimas, sólo defienden asesinos, como si disfrutaran ver los baños de sangre”.
En su cuenta de Twitter Bekele envió un mensaje a la comunidad internacional, escribió: Tenemos 70,000 pandilleros aún en las calles. Vengan por ellos, llévenselos a sus países, sáquenlos de esta “persecución dictatorial y autoritaria”. Ustedes pueden ayudar a estos angelitos, no permitan que les sigamos “violando sus derechos”.
Lo anterior sucede en El Salvador; en México, el crimen organizado seguramente cobra más derecho de piso que la Secretaría de Hacienda, pero aquí se aplica una política de respeto a los derechos humanos llamada “abrazos, no balazos”, porque se dice que los delincuentes también tienen sus derechos, porque son humanos.