Capitán Antonio Rodríguez Fritz
Sólo han pasado poco mas de dos años, desde que se terminó la Campaña y se ganó la elección.
En dos años de tormentas se ha generado un océano de contradicciones.
Sólo dos ejemplos iré a mencionar.
En el primero de ellos, se ha pasado de la promesa de la férrea defensa de la democracia, que nació desde la época del voto por voto, casilla por casilla, a un estado de incapacidad electoral, toda vez que el partido del Sr. Presidente fue incapaz de tener una lista honesta y actualizada de electores por lo que acabó pidiendo injerencia a uno de los órganos que mas ha criticado, el INE, pare que ellos desarrollen el proceso electoral, y por si fuera poco, se ha desconocido al verdadero triunfador, Porfirio Muñoz Ledo, quien a pesar de ganar nuevamente la segunda vuelta, no fue reconocido, es decir, se terminó el respeto al voto así que imagínense que puede pasar en los procesos electorales a nivel nacional.
El otro ejemplo fue un claro compromiso de Campaña, NO a la Militarización
(Imagen SDP Noticias)
Sin embargo, hoy, como en los peores días de las dictaduras latinoamericanas, empieza a ser cotidiano ver efectivos militares con pertrechos de guerra patrullando ciudades, pero también construyendo infraestructura, bancos, dragando, administrando aduanas, dirigiendo puertos aún sin tener experiencia y próximamente administrando el transporte marítimo y terrestre, sin mencionar la tentativa de comenzar a absorber la educación pública ni las denuncias por violaciones a los derechos humanos y otros delitos
En que poco tiempo se pasó de la calma del triunfo, a la tormenta de acusaciones sin fundamentos, para finalmente llegar a un océano de contradicciones.
El Senado de la República tendrá una difícil tarea, ser honestos y votar contra la militarización del transporte para salvar al país, o hundirnos en ese océano de contradicciones y así ratificar los sueños fascistas militaristas de Victoriano Huerta.