Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro” de Radio Expresión México, que conduce Manuel Aparicio.
Adán Augusto López, de entrada, responsabilizó a Marcelo Ebrard sobre lo sucedido en el albergue donde murieron 39 migrantes, aunque a decir verdad, el Instituto Nacional de Migración es responsabilidad de la Secretaría de Gobernación, a cuyo frente se encuentra Adán Augusto.
Efectivamente el incendio que acabó con la vida de los migrantes fue provocada por ellos mismos, como dice el presidente López Obrador, los hoy occisos protestaban quizá porque iban a ser deportados, sin embargo también puso al descubierto las condiciones infrahumanas de trato que reciben por parte del Instituto Nacional de Migración.
En otro país mínimamente los posibles responsables y sujetos a investigación, ya hubieran sido retirados de sus cargos públicos, Adán Augusto López, Marcelo Ebrard y Francisco Garduño Yáñez, de gobernación, de Relaciones Exteriores y del Instituto Nacional de Migración, pero estamos en México, donde el presidente López Obrador a casi 45 días de que tomara posesión como presidente de México, en Chiapas y ante migrantes que llegaban al país, prometió dar visas de trabajo y un trato adecuado a centroamericanos que cruzaran la frontera sur de México; la frase que utilizó López Obrador fue motivo de publicación en diversos medios de comunicación: “Donde come uno, comen dos”.
Lamentablemente, como muchas otras cosas prometidas por el actual gobierno, todo quedó en promesas; nadie hizo caso al problema de la migración, las organizaciones nacionales e internacionales de Derechos Humanos, dieron cuenta, en tiempo y forma, del trato inhumano a los migrantes por parte de las instituciones del gobierno mexicano.
Porfirio Muñoz Ledo externó su opinión, dijo: “La hoguera en la que fueron calcinados esta madrugada 39 hermanos migrantes en Ciudad Juárez, no es un accidente fortuito sino crimen de Estado. El Instituto Nacional de Migración se ha transformado en instrumento neonazi y servil que recuerda los campos de concentración y exterminio”.
En este caso los migrantes que murieron son calificados como los responsables, porque ellos prendieron fuego a las colchonetas y entonces ¿el señalamiento que hace Mike Pompeo en su libro, en el sentido de que Marcelo Ebrard, aceptó condiciones extremas, para controlar a los migrantes que tenían como destino los estados Unidos?
El Caso de Adán Augusto López, que apenas se conocieron los hechos, recordó a aquél ladrón que grita ¡agárrenlo, se fue por allá!, el secretario de gobernación fue el primero en repartir culpas y señaló a Marcelo Ebrard, no obstante que el Instituto Nacional de Migración depende de la Secretaría de Gobernación, de la que es titular Adán
Y bueno Francisco Garduño es un optometrista, abogado y político mexicano, es el comisionado del Instituto Nacional de Migración desde el 14 de junio de 2019, que fue nombrado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Ser optometrista es una profesión respetable, pero Francisco Garduño no aportó nada para mejorar las condiciones de los migrantes, las llamadas estancias nos son otras cosas que cárceles donde quienes son internados es esos lugares, reciben trato inhumano.
Pero bueno, mi tiempo se termina y ojalá que esta tragedia sirva para que el gobierno mexicano, responda a los acuerdos internacionales en cuanto al trato a los migrantes; en cuanto a los responsables, seguro estoy que se consignará a, ya no digo peces medianos, sino charales y los verdaderos culpables seguirán buscando en algunos casos, ser presidente de México, en otro estar cerca de su padrino el presidente.