Laura Castillo García
El 17 de enero de 2017, a tres meses de haber protestado al cargo como gobernador del estado de hidalgo, Omar Fayad Meneses firmó un convenio de coordinación con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) “para contribuir a la creación y uso de elementos de monitoreo y evaluación de la política social estatal para su mejora continua.”
En esa ocasión, el gobernador Fayad recalcó la importancia de “…tener claro el diagnóstico de la pobreza en Hidalgo para saber qué acciones implementar para erradicarla”.
Si el gobernador de Hidalgo tiene claro que en su entidad impera la pobreza -es la séptima entidad más pobre del país-, ¿por qué se niega a hacer obra pública para humildes hidalguenses que saben que con ellas combatirán un poco su pobreza? ¿Por qué no aplica recursos federales, gestionados por hidalguenses organizados en el Movimiento Antorchista, en la realización de obras que satisfarán alguna necesidad de la vida cotidiana de la gente, ya sea educativas, deportivas o de movilidad? ¿Acaso la solicitud precisa de obras por parte de hidalguenses no es una acción concreta para erradicar la pobreza? Indudablemente lo es, pero antes que tomar acciones para erradicar la pobreza, el gobernador Fayad prefiere que los discursos en contra de la pobreza queden en eso, en discursos, y su práctica por excelencia sea la de no ver ni oír a sus gobernados y sus necesidades.
Por eso, #OmarFayadNoCumple fue el Hashtag que miles de hidalguenses utilizaron en redes sociales, la tarde del jueves 13 de septiembre, para denunciar que su gobernador, Omar Fayad Meneses, se niega a realizar obras públicas para humildes comunidades de ese estado, las cuales solucionarían problemas de salud, movilidad, alimentación, deporte y certeza jurídica para cientos de familias de 12 colonias.
En la denuncia, los hidalguenses también incluyeron su inconformidad por la negativa del Gobierno del estado de Hidalgo de aplicar recursos federales de los ejercicios fiscales 2017 y 2018 en otras obras como: construcción de arcotechos, canchas y albergues estudiantiles que apoyan a jóvenes de bajos recursos económicos para que tengan mayores oportunidades de cursar el nivel preparatoria o una licenciatura.
Las obras solicitadas por los hidalguenses son modestas, pero beneficiarán a miles de habitantes de los municipios de Huejutla, Nopala y Pachuca; no obstante, el gobernador Omar Fayad se niega a realizarlas. Asimismo, se niega a construir un Hospital Regional en Nopala, pavimentaciones y caminos, compromisos que realizó en diciembre pasado, pero que no cumple y además se esconde, no recibe en audiencia a sus representantes o a comisiones de miles de hidalguenses que públicamente le han requerido la realización de las mismas. Por ello, sus gobernados dicen que, con Omar Fayad, puras fallas.
Mientras, sigue la pobreza en Hidalgo en donde solo 6 de cada 10 viviendas tienen agua entubada, 2 de cada 10 carece de drenaje, el 54% de la población está en pobreza y hay más de 350 mil hidalguenses se están muriendo de hambre o, como ahora dice el gobierno, viven en pobreza extrema, y el 63% de la población que trabaja gana menos de dos salarios mínimos. Además, de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo (Coneval), en el estado de Hidalgo sólo 6 de cada 10 viviendas tienen agua entubada, 2 de cada 10 no tienen drenaje, el 54% de la población está en pobreza, y hay más de 350 mil hidalguenses en pobreza extrema, que es un eufemismo para decir que se están muriendo de hambre, y el 63% de la población que trabaja gana menos de dos salarios mínimos; es decir, si el salario mínimo en el país es de 88.04 pesos diarios; los que ganan menos de dos salarios mínimos, reciben semanalmente un raquítico salario de mil 232.56 pesos, los cuales no sirven para satisfacer todas las necesidades de una familia de ni siquiera tres o cuatro personas.
¿Dónde quedó el compromiso del gobernador Omar Fayad de acabar con la pobreza? En discursos, solo en discursos, pero esos no acaban con la pobreza. Por esa razón, el próximo miércoles 26 de septiembre, 40 mil antorchistas hidalguenses realizarán una manifestación pública de protesta por el maltrato recibido por parte de su mandatario estatal y, si el mandatario no muestra voluntad política para responder positivamente a sus gobernados, las manifestaciones de protesta continuarán, pero seguramente con el apoyo de los antorchistas del país, incluidos los del Estado de México.
(Foto ADNPolítico)
Laura Castillo García Vocera del Movimiento Antorchista en el Estado de México