+Pese a la victoria 2-1 sobre Arabia Saudita
+Henri Martin tuvo en sus botines el pase a octavos de final
+ Gran partido que sirve para nada
+Juegan como nunca; son eliminados como siempre
+Amargas lágrimas de jugadores tricolores y aficionados
BALÓN CUADRADO
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México.– Amargo llanto en la cancha y en las gradas que entristeció la luna qatarí.
Los súper Ratoncitos Verdes sólo necesitaban un gol para escribir una gesta. Y el anhelado 3-0, que daba el pase a octavos de final estuvo en los botines de Henri Martin: disparó balón rabiosamente disputado con un zaguero saudita a unos centímetros del área chica. Pero el empeine izquierdo no dejó que el esférico desmayara un poco más y envió el balón a las nubes, donde los dioses de la pelota son veleidosos.
Minutos después fue destituido. Abandonó la cancha, desencajado.
Salió lanzándoles una mirada de feroz desprecio a esas caprichosas deidades. Sabía que había dejado ir la gloria de un pueblo.
Eso significaba tanto como romper toda una historia de amargos desencantos y amagos de crecimiento interrumpido en el futbol mexicano.
Sería tanto como cambiar un historial de fracasos y “ya meritos”, algo que hoy parece queda todavía más lejos que nunca.
Pero no.
Gran partido que sirve para nada: juegan como nunca; son eliminados como siempre.
El Tri volvió a merodear el borde del abismo y quedó eliminado del Mundial de Qatar 2022 cuando dio su mejor juego en el estadio Lusail. Vencer 2-1 a Arabia Saudita, cuando se perdieron infinidad de oportunidades para avanzar con ese esquivo gol, sabe a poco.
El empate sin goles ante Polonia y la derrota 0-2 ante Argentina queda para el registro de la peor Copa del Mundo desde hace tres décadas.
El Tri superior en oportunidades de gol, organizado, ofensivo y con la mayor parte de los tiros libres a favor, dejó un sabor agridulce al decir adiós.
Un partido en el que por fin se gritó gol –después de 531 minutos sin anotación mundialista–, pero en una instancia muy tarde. El panorama hubiera sido mejor si hubiesen anotado ante Polonia y Argentina, así, la diferencia de goles no hubiera sido un rival más.
Porque esto es un retroceso de treinta años, es un recuerdo de los peores años de la selección mexicana, el regreso a los tiempos de los Ratoncitos Verdes. México no era eliminado en fase de grupos desde Argentina 1978. Cuatro años después, en la Copa de España, ni siquiera calificó.
En este partido decisivo, cuando de verdad salieron a tratar de ganar, por fin el Tata Martino puso a jugar a Henry Martín como centro delantero.
Y vaya que funcionó, abrió el marcador tras un tiro de esquina al inicio del segundo tiempo.
Una asistencia hermosa, con el tacón de César Montes, y el centro delantero sólo tocó con la parte interna del botín para el primer gol.
De inmediato, cuatro minutos después, Luis Chávez, uno de los mejores de este equipo y en este partido, cobró un tiro libre que entró de manera majestuosa.
Una joya que alimentó las ilusiones de una épica tricolor.
Tata Martino, seleccionador de la tricolor –definido “enemigo público número uno” de la afición mexicana–, ha asumido la responsabilidad de la eliminación en la fase de grupos y ha anunciado su marcha como seleccionador.
“Mi contrato venció cuando el árbitro pitó el final”, ha dicho el técnico argentino.
Los goles
Los goles cayeron en la segunda parte del partido, tanto los de México, de Arabia Saudita y sí, los de Argentina. La albiceleste dio la primera advertencia al Tricolor. El 1-0 ante Polonia subió la tensión.
Enseguida, al minuto 47, Henry Martin abrió el marcador al recibir un pase tras un tiro de esquina. Los rostros de los jugadores, del Tata Martino y del goleador de la Liga MX se iluminaron.
Martin sumó séptimo gol desde que ha sido considerado para partidos con el jersey de la Selección, entre amistosos y oficiales.
En ese momento, se necesitaban dos goles más para meter a México en octavos. Los árabes seguían presionados, atrapados en su área, hasta que al minuto 52, Luis Chávez hizo explotar en júbilo, esperanza y fe a los Tricolores.
El jugador de Pachuca en su primer Mundial, sumó su primera diana con la verde, al rematar al ángulo superior derecho. Con la zurda y en un tiro libre directo.
Se acariciaba la hazaña hasta que a la distancia, Polonia en su lucha lamentó el segundo gol en contra. Al 67’ Julián Álvarez le daba a Argentina el liderato del grupo C con seis puntos y dos triunfos en la competición.
Se rompieron varios corazones en México, pero en la cancha no se dejó de insistir. Al filo de la butaca se gritaron de nuevo, oportunidades de Henry Martin al 69’, de Luis Chávez al 71’ y de Orbelín Pineda al 75’.
El entrenador Gerardo Martino hizo cambios. Le dio una nueva oportunidad a Raúl Jiménez, el jugador en constante recuperación, del que se ha esperado que recupere su brillo. En los cambios también entraron Rogelio Funes Mori, Uriel Antuna, Kevin Álvarez y Carlos Rodríguez.
En los últimos 15 minutos del partido, al Chucky Lozano le cometieron una falta que se tradujo en una de las seis tarjetas amarillas que sumó el conjunto árabe.
El del Napoli, estrelló el tiro libre en la barrera. Y, entre los últimos intentos, un grito de gol se ahogó al 87’, que pudo haber sido el 3-0 a favor de México.
No se firmó. El problema fue un fuera de juego, cuando Carlos Rodríguez intentó un pase en profundidad que remató Uriel Antuna.
Las malas noticias se confirmaban al consumirse el partido. Al minuto 90 se confirmó Argentina como nuevo líder y como si eso fuera mala vibra, cayó el gol de Arabia Saudita.
Así México, ya sin minutos, no podía seguir combatiendo la diferencia de goles.
Aciago primer tiempo
En unas de las declaraciones previas de Gerardo Martino dijo que la Selección necesitaba encontrar el gol en los primeros 20-25 minutos. Hasta entonces, las llegadas habían sido notables pese a la muralla árabe que frenó las oportunidades de gol. Los defensas, el portero Mohammed Al-Owais, el poste y todo se comprimía para no dejar pasar los remates de la delantera mexicana.
En un partido paralelo, Polonia vs. Argentina también daría la pauta para el destino de México. Allá, en el estadio 974 al minuto 39 Lionel Messi que se jugaba por su cuenta su último partido de Mundial, falló un penalti que él mismo cobró y a él mismo se lo cometieron. México, el país, sus fans suspiraron, porque hasta entonces el 0-0 no funcionaba para seguir con vida en Qatar y menos si Argentina ganaba.
Fueron los primeros 45 minutos en los que Orbelín Pineda en su debut mundialista tocó varias veces la puerta para el gol, al menos unas tres ocasiones. En cuanto a amonestaciones, Edson Álvarez que estuvo ausente en el juego contra Argentina, se llevó la tarjeta amarilla, al estamparse en una jugada contra Hassan Altambakti al 52′.
¿Qué dijeron los jugadores?
Al final, Edson Álvarez reconoció con lágrimas:
“Estar tan cerca, tenerlo en las manos y pensamos que todo se podía definir en este partido, estuvimos cerca. Siempre lo decimos y no se consigue. Es muy frustrante estar ahí y remar contra corriente”.
Edson Álvarez:
“Es un duro golpe, no hay palabras, el equipo salió a buscar el gol desde el minuto 1, tuvimos muchas llegadas y oportunidades de crear los goles. Nos deja un sabor amargo, hay que poner el pecho a las balas. El grupo que nos tocó no era sencillo, una victoria contra Polonia, Argentina hubiera traído un mejor escenario. Hay que hacer una retroalimentación de lo que estamos haciendo mal».
Luis Chávez:
“Mucha frustración, los primeros dos partidos quedamos mucho a deber, en este no nos alcanzó, terminamos fuera. Veremos qué pasará después, no puede pasar esto y México debe pasar de la fase de grupos. Ni siquiera se llegó al cuarto partido. Mi gol me deja un sabor agridulce».
Alineación titular
Edson Álvarez, Jorge Sánchez y Henry Martín, Orbelín Pineda (debutó en Mundial), Guillermo Ochoa, Héctor Moreno, Luis Chávez, Jesús Gallardo, César Montes, Hirving Lozano y Alexis Vega.
(Con información de los diarios El Economista, La Jornada y portal infobae)