Por Miguel Ángel López Farías
No se puede negar: la gente está harta, cansada de ver como nuestro microcosmos se tambalea todos los días, harta de la violencia, de la inseguridad, de la rapiña política, de escuchar una y otra vez los spots de candidatos o candidatas que rayan en una absurda cantaleta, de ese maldito PRI, aunque el resto sean igual o peor, harta de mirarse al espejo y no saber en qué momento su vida podrá dar un giro, ser menos dolorosa, harta de que el futuro no pinte nada bien, harta de que la gasolina cueste lo que cuesta, de que el tráfico les devore las mañanas o las noches, harta de que el dinero no les rinda, harta de caminar con miedo a que los detenga o una patrulla o un delincuente, harta de ser testigos de cómo solo un puñado de mexicanos engruesa sus cuentas bancarias, harta de que el país sea un campo violento de batalla, harta del camión que se atraviesa, del que se manifiesta cerrando calles, del peatón, del motociclista , del ciclista, del automóvil gandalla, del eterno semáforo en rojo, de la carretera con baches o socavones, de la calle sin luz, del calor, del metro, de la mujer de la ventanilla que no atiende, del que se sube al metro con joroba y no una mochila, hartos de que políticos vayan y vengan marchando en medio de boato y riquezas y cubiertos de impunidad, hartos de que una bala sea más efectiva que todo el estado de derecho junto, hartos de que se terminen nuestros datos del celular mientras que a los diputados se les mantiene hasta con eso… Los mexicanos estamos hartos de las mentiras, de la simulación, del eterno pantano emocional… estamos enojados, huérfanos de horizonte, inmersos en un abandono que nos mantiene ansiosos, todos sentados en un barril de pólvora, hace falta una chispa, un cerillo y todos volaremos, así vivimos, en una pistola en la mirada, muchos refugiados en la siguiente ronda de cervezas o en el meme más ocurrente, todos queremos una fuga, una respuesta, algo que nos calme la incertidumbre, queremos tener la razón , salirnos con la nuestra, que gane quien nos habrá de vengar, o rescatar, pero sobre todo, quien se desquite de este hartazgo, el enojo ha apuntalado a esa especie de desquite, de sed de revancha. O ¿alguien duda de que Cuauhtémoc Blanco es puntero en Morelos porque tiene el perfil de estadista o porque un triunfo del futbolista sería la añeja venganza de una sociedad ofuscada por los malos gobiernos? ¿por qué muchos están pasando por alto las montañas de sombras de Scheimbaum y López Obrador y se han decantado por ellos? el hartazgo , el fastidio, nos está llevando a un nivel inferior como país, pero no se quiere, no hay deseos ni cabeza fría para reflexionar sobre ello, se trata de jalar del gatillo electoral, no importa si el cuerpo de México se desangra, es escuchar la detonación, que sepa a gloria, que los ricos sufran, que los políticos en el poder tiemblen porque van a perderlo, ahí les va quien nos habrá de vengar, quien reescribirá la historia, el justiciero o la justiciera…el enojo , la furia ha clausurado la razón… y tiene un por qué, los mexicanos estamos hartos, cansados… tanto, que acariciamos el suicidio como nación, sin darnos cuenta de ello.
