Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa “Hablando Claro” de abc Radio, que conduce Manuel Aparicio.
17 agosto 2020
En cierta ocasión le hicieron una entrevista a Mercedes Barcha y le preguntaron cómo fue que se casó con Gabriel García Márquez, ella contestó: Un día, de buenas a primeras, él me dijo “Tienes que casarte conmigo”. Yo creí que la cosa era un poco más romántica y me sorprendió un poco este tratamiento imperativo, pero en fin, un poco asustada, acepté.
También le preguntaron: ¿Usted ha vivido diferentes épocas con Gabriel García Márquez, desde épocas de gran pobreza hasta épocas de vacas gordas. ¿Cuál ha sido la más feliz de su vida? A lo que contestó Mercedes: “Eso de la gran pobreza es más bien leyenda, o por lo menos es parte de la mitología que se ha creado. Pobreza tal vez hubo cuando Gabo escribía “Cien años de soledad”, que se alargó un poco más del tiempo previsto y se nos acabo la plata.
(Fotografía El País Cali)
Sobre Mercedes y el Gabo hay muchas anécdotas, pero hay una respecto a Cien Años de Soledad, la obra cumbre de García Márquez, se dice que dieciocho meses, o sea 549 días, sin sábados ni domingos ni fiestas de guardar trabajó el Gabo, y ahora Esperanza Araiza, “La Pera”, esa mecanógrafa de poetas y guionistas, se resbala al bajar del autobús (llueve a océanos), y las cuartillas con las últimas correcciones, desparramadas por el viento, quedan flotando en los charcos… Esperanza y otros pasajeros las recogen, una a una, y ella, en su casa, las seca con la plancha.
Y no era el último avatar. Ya con las 590 cuartillas escritas a máquina, releídas y pulidas, Gabriel García Márquez y Mercedes Barcha, su mujer, llegan a la oficina de correos para mandar la novela a Buenos Aires, donde la esperaba Francisco Porrúa, editor del sello Sudamericana.
El empleado las pesa.
–Son ochenta y dos pesos.
La pareja busca y rebusca.
Dice Mercedes–Sólo tenemos cincuenta y tres.
Aquél empleado empezó a quitar hojas como si se tratara de rebanadas de jamón hasta ajustar el peso que equivalía a los 53 pesos que traían.
Al regresar a su domicilio Gabo y Mercedes advierten que han mandado la segunda parte de la novela. Buscan entre sus enseres domésticos y se van a la casa de empeño empeñan la plancha, la licuadora y algunas cosas más y regresan a la oficina de correos para enviar la primera parte de la novela
Sin embargo, Porrúa, que ya había decidido editarla apenas conoció, por teléfono, las primeras líneas, le mandó el dinero para recibir el resto.
Ahora, Gabriel Torres García, sobrino de García Márquez, confirma el fallecimiento, de Mercedes Barcha, ocurrido en Ciudad de México,
Mercedes fue gran una mujer tenaz y generosa. Cómplice indiscutible de Gabo, madre de Rodrigo y Gonzalo., vuelan mariposas amarillas.
Barcha nació en noviembre de 1932 -y creció- en Magangué, en el norte de Colombia, en una familia de ascendencia egipcia.
Y con ella, sí, con Mercedes Barcha, se comprueba que detrás de un gran hombre hay una gran mujer.
