Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México, (BALÓN CUADRADO/agencias).- El histórico jugador argentino Diego Maradona “es muy difícil de tratar y quiere dejar el hospital”, por lo cual se encuentra sedado tras episodios de confusión por un cuadro de abstinencia de una adicción al alcohol, informaron ayer sus médicos personales. Hace dos décadas fue tratado en Cuba por su dependencia de a las drogas.
El padecimiento se produjo el jueves, durante la recuperación de una operación por un hematoma subdural en la cabeza que le realizaron el martes.
“Diego es muy difícil. No se imaginan. En esta oportunidad estamos intentando ser más fuertes que él, dijo el médico Leopoldo Luque en la puerta de la clínica Olivos.
«Él se quiere ir, pero se va a quedar», añadió el neurocirujano a los periodistas sobre la situación del campeón con la selección albiceleste en el Mundial de México 1986.
Luque detalló que Maradona permanece sedado para calmar el proceso (de abstinencia) y la decisión de mantenerlo internado para realizar un tratamiento por sus adicciones la tomaron en forma conjunta los médicos y la familia.
“Fue una de las pocas veces que se le dice no a Diego”, apuntó el doctor, quien trata desde hace varios años al ídolo mundial.
La siquiatra Agustina Cosachov, integrante del equipo de Salud Mental del sanatorio, a su vez, subrayó que el ex jugador evoluciona bien.
“En el contexto del posoperatorio surgieron síntomas de abstinencia y a su vez ciertos parámetros que nos pareció importante regular, como el descanso, el apetito y estado de ánimo”, indicó la especialista.
Es inmanejable
Por su parte, el otro médico de Maradona, Alfredo Cahe, dijo a la televisión argentina que el ex delantero debe hacer un tratamiento para dejar el alcohol debido a las condiciones en que se encuentra.
“Diego es inmanejable”, aseveró.
Cahe reveló que el ex futbolista sufre problemas en el hígado, estómago y cardiovasculares, además del hematoma en la cabeza por el cual fue operado y el cuadro de abstinencia. Una vez que deje el hospital la idea de los médicos es trasladarlo a un lugar donde tenga asistencia permanente.
“Ahora hay que limpiar a Diego y después veremos. El alcohol es una droga, se cambió una cosa por otro”, lamentó Cahe, quien trató al Pelusa durante 30 años y lo ayudó en su momento con la rehabilitación de estupefacientes.
El astro del futbol cumplió 60 años el viernes pasado, motivado al recibir un homenaje antes del inicio del partido entre Gimnasia y Esgrima, el club que dirige desde 2019, y Patronato de Paraná.
Sin embargo, debió retirarse de manera prematura del estadio debido a problemas de salud.