Pachuca, Hidalgo.- Así encabeza una de sus notas relevantes la agencia Quadratín, del pasado sábado 23 de enero; ya en el cuerpo de la nota dice: “Más de 700 integrantes de los Servidores de la Nación en Hidalgo que estarían participando en los operativos de inoculación contra el Covid 19, recibirían esta vacuna al ubicarse dentro de las brigadas “Correcaminos”, esto como parte de la estrategia dentro del Plan Nacional de Vacunación. De acuerdo con el delegado de los programas federales de la Secretaría del Bienestar en la entidad, Abraham Mendoza Zenteno […] quienes casi en su totalidad estarían contemplados en las actividades de promoción y acompañamiento de las acciones de vacunación que se realizan hoy en día en el país, y en especifico, en Hidalgo”.
Ahora, nosotros, simples mortales que nos está cargando la pandemia y a miles de mexicanos, familiares, amigos, compañeros, etc., tenemos derecho de preguntar, ¿desde cuándo, una campaña de vacunación, para que sea efectiva, ha necesitado de “acompañamiento” de gente que ni son enfermeras, ni médicos, ni nada? ¿Desde cuándo se usa otra estructura, diferente a la que tiene el sistema de salud en todo el país para una campaña de vacunación? Resulta que esas brigadas “Correcaminos” están compuesta por 12 integrantes: un promotor del programa Sembrando Vida, un promotor del programa Becas Benito Juárez, dos Servidores de la Nación, dos voluntarios, cuatro miembros de las Fuerzas Armadas y una enfermera y un médico; para vacunar a una persona se utilizan 12 personas, quienes, obviamente, reciben un salario del actual gobierno federal. Y, entonces, cabe preguntarnos, ¿para qué tantos, qué hacen ahí, por ejemplo, los “Servidores de la Nación”? La respuesta es simple, mi querido lector: todos, excepto el médico y la enfermera, son los necesarios en esta tarea, el resto del grupo está conformado con algunos de los integrantes que promovían el voto a favor del candidato presidencial de Morena, y hoy Presidente de la República; actualmente son los servidores públicos del gobierno federal, encargados de los programas sociales de AMLO y, así como los “Servidores de la Nación”, activistas y promotores del voto a favor de Morena; promotores, como usted entenderá, pagados con recursos públicos. No hay dinero para obras sociales, ni para seguro del desempleo, ni para un programa alimentario, ni para pruebas de Covid -19, ni para medicamentos, ni hospitales, ni oxigeno, etc., etc., pero sí para pagar un ejército para promover el voto a favor del partido del presidente aprovechando la gran necesidad de la vacuna contra el mortal virus.
Pero, además y quizás lo más criminoso, es que los integrantes del personal médico, que están en la primera fila combatiendo la pandemia, deberían ser, como se anunció con bombo y platillo, los primeros en ser vacunados (con las escasas vacunas que el gobierno de López Obrador ha adquirido), pero ahora se les está dejando fuera; a miles de médicos, enfermeras, camilleros, afanadoras, etc., se les está dejando desprotegidos, se está canjeando su vida por la de los promotores del voto de Morena, por órdenes del mismísimo presidente de la República, López Obrador. Al señor le sigue importando poco la vida de los mexicanos, como se ha demostrado en la política desastrosa, inhumana e irresponsable de la pandemia y, en su afán de promocionarse y mantenerse en el poder, ahora usa perversa y electoralmente las vacunas.
¿Qué no están usando electoralmente las vacunas? Aparte de lo arriba dicho, ¿no ha visto usted los spots de campaña de Morena diciendo que gracias al gobierno de la 4T el pueblo de México tendrá vacunas? ¿Acaso eso no es usar la vacuna con fines de propaganda política?
Estamos viviendo días de horror: cerca de 150 mil muertos y acercándonos rápidamente a los 2 millones de mexicanos contagiados; hospitales saturados, largas filas para conseguir oxigeno, escasez de medicamentos y miles de familias con la angustia más terrible, al no tener los recursos económicos para salvar la vida a su familiar enfermo, y otros tantos con el pesar encima al no tener empleo ni cómo llevar el sustento a la familia; y a pesar de todo esto, se sigue mintiendo descaradamente por el propio presidente y su encargado de la estrategia para combatir la peste, Hugo López-Gatell:
- El propio presidente declaró el martes pasado en su mañanera que ya se está domando la pandemia, que está disminuyendo el número de contagios, cuando, en la realidad, en los días que corren se está rompiendo récord en el número de contagios y fallecidos.
- Queriendo aparecer como el gran “humanista”, nos dijo que México había cedido algunas de las vacunas comprometidas para ayudar a los países más pobres, cuando en realidad la empresa Pfizer no cumplió con la entrega pactada, ya que interrumpió la producción de una de sus plantas con el propósito de ampliarla y poder así duplicar la fabricación de la vacuna contra Covid-19.
- No habla claro de cómo y cuándo se van adquirir la mayor parte de las vacunas; rondamos los 128 millones de mexicanos y la cantidad hasta la fecha adquirida no alcanza ni para el personal médico ¡Claro! Primero sus siervos, sus activistas de Morena para que puedan hacer tranquilamente campaña sin riesgo de contagio.
- López-Gatell dice que los culpables de tantos muertos en México son los diabéticos, hipertensos y obesos, pero calla zorrunamente el hecho de que la incidencia del Covid-19 es mucho mayor en personas que viven hacinadas: es siete veces más probable que muera quien vive en hacinamiento en comparación con quien padezca alguna comorbilidad.
- Tampoco aclara el señor presidente de la República, por qué el sector salud, en medio de la pandemia dejó de ejercer 37 mil millones de pesos.
Así de desastroso y calamitoso este gobierno de la 4T que, además de corrupto es inepto e irresponsable; los miles de muertos deben pesar esencialmente sobre sus espaldas. Por esto y muchas razones más, algunas de las cuales ya hemos abordado, los mexicanos debemos poner remedio a esta terrible realidad que López Obrador pretende ocultar con embustes y manipulación.