Por: Sócrates A. Campos Lemus
HAY POR SUPUESTO UNA GUERRA VIOLENTA POR EL PODER Y TRATAR DE DEBILITAR AL GOBIERNO DEL PRESIDENTE LÒPEZ OBRADOR. La oposición que ya no se esconde vuelca sus acciones y odios por medio de las redes sociales y es claro que ese tipo de “lucha” no le importa ni le hace daño a la credibilidad y confianza de la que goza AMLO, hay que reconocer que en encuestas reales más del setenta por ciento apoya a AMLO y si vemos las coas en tales niveles hay que aceptar que los golpes de “redes” no hacen política de base sino que solamente hacen escándalos pero no hay acción real, si la oposición sigue en tales condiciones pues ahí puede estar solamente haciéndole “lo que el viento a Juárez” al presidente López Obrador, y por supuesto, ya se preparan las huestes de AMLO para hacer una denuncia de los “bots” y de cómo operan en México.
Cuando hay una acción de “guerra sucia” con mentiras y actos deformados en la comunicación solamente se llega a los resultados que se han tenido en la realidad. Recordemos que en los tiempos pasados, el uso y abuso y control de los medios y de grupos especializados de “chayoteros” daban las “primicias” para marcar los rumbos de las acciones políticas, pero la realidad fue el que las gentes, al final de cuentas, se daban o quedaban con esa información que al compararla con la realidad, el entreguismo, las corruptelas de los funcionarios en vez de “deformar” la información lo que fueron haciendo con la comunicación es que se perdiera la credibilidad y la confianza de los ciudadanos, de tal manera que entraron a sustituir la información los grupos de las benditas redes sociales que en pocos meses, antes del proceso electoral, la gente tenía la convicción de que era necesario un cambio y por ello, la candidatura de AMLO arrasó en el proceso electoral por ser este el político que convencía a las gentes por medio de una lucha implacable que mostraba que lo importante era el cambio y la lucha contra la corrupción y de enfrentar a los poderes fácticos que operaban en los medios del poder.
EN EL PASADO SE DECÌA QUE, POLÌTICO QUE NO APARECÌA EN LOS MEDIOS NO ERA TAL, Y QUE AL FINAL DE CUENTAS, SE RECONOCÎA QUE LA “POLÎTICA SE HACÌA EN LOS MEDIOS” Y NO EN LOS PARTIDOS, ASÌ QUE LA DISTANCIA ENTRE LAS DIRIGENCIAS Y LAS BASES ERA REAL Y ENORME POR LO QUE SE PERDIERON LOS PROPIOS PARTIDOS Y CAVARON LAS TUMBAS DE MUCHOS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÒN Y DE LOS COMUNICADORES “OFICIALES” que gozaron de las mieles de las notas “privilegiadas”, en vez de tener la capacidad de investigar lo que la gente pensaba, creía y sentía. La realidad marcó el cambio de tal suerte que los partidos y los medios políticos fueron arrasados y destruidos de tal forma que, en el tiempo, no han logrado reconstruir sus caminos, y por defender solamente intereses y publicidad y recursos para medio sostenerse, siguen en su incapacidad de enderezar la política de comunicación con un sentido social, real, independiente y de valores, no de intereses.
No se pretende que los comunicadores sean militantes en el pensamiento y el análisis, solamente se debe entender que su posición es la de observar la realidad e interpretarla en el tiempo y circunstancia, puede uno tener su “corazoncito” en la forma de pensar y actuar de los políticos pero no puede ser este el camino para definir la información o el análisis ya que se requiere imparcialidad y veracidad, los comunicadores debemos entender que no somos militantes de los grupos en pugna, sino que nuestra obligación es mostrar la realidad y su interpretación para que los lectores, radioescuchas o televidentes tomen su propia decisión en su actividad y acción política en favor o en contra de los grupos de poder.
El presidente encabezará la investigación en contra de los “bots” en las redes sociales, se podrá descubrir cómo operan y quién las opera y de donde salen los financiamientos para ello y así, tanto las redes como los medios podrán encarar, nuevamente, los caminos del buen manejo para entender que con la verdad y el respeto a los ciudadanos se puede gozar de credibilidad y de confianza que son vitales para que los medios recompongan su nivel y se den la oportunidad de alcanzar su independencia para actuar como lo que somos: “los forjadores de la “opinión pública” que es la que da forma a las determinaciones y acciones de las gentes en el poder y por el poder
Si se logra vencer a la desinformación se podrá lograr el camino de la comunicación que no estará contaminada por el juego de intereses en la lucha por el poder, y esto podrá ser el mejor canal para que los ciudadanos entiendan la importancia de su concepción en la política y determinen sus actos en la militancia o en el camino de sus simpatías en las votaciones y así se logrará mejorar la democracia de la que tanto hablamos y de la que tan poco fortalecemos en esa eterna lucha por cargarnos de uno u otro lado, porque si no se hace de tal forma se tiene el peligro de que por los intereses en juego de los grupos de poder, seamos liquidados como se veían en el pasado inmediato, por ello, las investigaciones de qué son los “bots”, a quién beneficia, quién los paga y de cómo operan dejara ver el mejor panorama de lo que es la realidad y con ello todos ganamos.
Si logramos terminar con esa desinformación planeada para joder, los medios y los comunicadores dejaremos de ser confundidos en ese juego de poder y tendremos la oportunidad real de volver a tener confianza y credibilidad de los ciudadanos, y esta es la mejor forma de sostener y rescatar a nuestros medios y de sobrevivir en la pandemia del odio y de las luchas por el poder. Lo que importa es la verdad y la realidad y entender que estamos primeramente con la obligación de salvar vidas y no de entrar a los juegos del poder, estos no son sus tiempos. (Fotografía Reporte Indigo)