Laura Castillo García
Desde hace casi 12 años, en contiendas electorales hay quien, mucho antes de que los ciudadanos emitan sus votos, empieza a hablar de fraudes y violencia para justificar su derrota y presionar a las autoridades correspondientes para que en la mesa reviertan los resultados que no lo favorecieron en las urnas.
Segura estoy que en la mente de quien leyó esas primeras líneas apareció la figura de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien tiene cerca de 12 años cantando fraudes y “complós” en su contra: en 2004 puso de cabeza al estado de Tabasco; en 2006, a pesar de lo que el Peje gritaba cada día, las autoridades electorales no encontraron elementos para anular los comicios en que perdió la presidencia de la República frente al panista Felipe Calderón. Seis años después, cuando perdió ante Enrique Peña Nieto, volvió a acusar fraude, pero de nuevo las autoridades electorales confirmaron la legalidad del proceso.
En este 2017, el Peje trabajó toda la campaña con Delfina Gómez para llevarla a la gubernatura del Estado de México pero, para no variar, desde hace aproximadamente 15 días inició su campaña de denuncia de un supuesto futuro fraude pese a que sabe que no le alcanzarán los votos para lograr su cometido.
Por eso, el Peje anda desesperado recogiendo las bachichas de otros partidos, dicho sea de paso, como el ex candidato del Partido del Trabajo, Óscar González Yáñez, quien un día antes de su declinación a favor de Delfina Gómez, la calificó de “indeseable” y al Peje de “pocos huevos” por haber acusado de “palero” al PT; no obstante, por haberle prometido la secretaría de la mujer y la de temas deportivos, González Yáñez aceptó hacer las paces con el tabasqueño y declinar a favor de su candidata. Así son de firmes las convicciones de los políticos de dizque izquierda.
Pero como la gente ya no le cree el cuento del fraude y los pocos votos del PT y algunos perredistas tampoco le alcanzan para ganar la contienda mexiquense, ahora lanzó a sus pejezombies a levantar campañas de miedo en contra de quien le dará miles de votos al candidato priista; en contra de Antorcha, a quien acusan que “provocará violencia” en la jornada electoral del próximo domingo 4 de junio.
Nada más falso. En este, y en todos los casos, para hacer un análisis serio debemos revisar el comportamiento de la gente o un organismo social: en los 16 años en que Antorcha ha participado en procesos electorales en el Estado de México, jamás ha recurrido a la violencia para ganar una contienda electoral; es más, en 2003 y 2006 nuestra candidata perdió las elecciones municipales en Ixtapaluca y Antorcha no dudó ni un momento en reconocer dichas derrotas por respeto a la voluntad de los electores y a las reglas del juego democrático.
Por el contrario, el Peje –ya sea como PRD o morena- nunca reconoce sus derrotas; como todos los mexicanos sabemos, siempre ha sido violento y ha alentado la violencia en sus seguidores: recordemos Tabasco en 2004, encabezó bloqueos de carreteras y pozos petroleros –los que saben dicen que también ordenó incendiarlos- en señal de protesta contra el gobierno local y federal; en 2006, ante su derrota frente al panista Felipe Calderón- instaló un gran plantón en Reforma; en 2012 recorrió el país con un discurso que exaltaba a la violencia. Ahora, en 2017 -al igual que en 2012- anticipa fraude con el mismo discurso que anuncia desestabilización y violencia en el Estado de México.
Pero ahora, para variar un poco su estrategia de victimizarse, y sobre todo para tratar de mermar la votación de los antorchistas a favor del PRI, ordenó que los pejezombies de todo tipo (sobre todo columnistas y expertos en redes sociales) lanzaran una campaña de miedo para manchar la imagen de una organización pacífica, progresista y solidaria con los más pobres como es el Movimiento Antorchista del Estado de México, a quien señalan de planear “provocar la violencia” el próximo 4 de junio, pero es una redonda mentira.
Antorcha tiene demasiado trabajo para contestar tanta tontería como publican los pejezombies, pero tampoco podemos dejar que calumnien a la organización que tanto bien ha hecho a millones de mexicanos a través de conseguir obra pública para que mejoren su calidad de vida; por eso repudiamos y desmentimos rotundamente que Antorcha planee actos de violencia, ni el 4 de junio ni en ninguna otra ocasión. Por el contrario, Antorcha ama e impulsa la paz porque solo así puede seguir construyendo y trabajar para beneficio de los más desprotegidos.
Además, Antorcha no tiene necesidad de hacer nada de lo que dicen los pejezombies porque los habitantes de Chimalhuacán e Ixtapaluca, al igual que miles de antorchistas mexiquenses, son maduros políticamente y saben bien por qué no votarán por morena, pese a los cantos de sirena de un dizque mesías que saben ha impulsado a los peores gobernantes que ha tenido México, como el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, y el ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, principales responsables de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa; o Graco Ramírez Garrido Abreu, gobernador de Morelos, quien en lugar de solucionar los problemas de sus gobernados, los golpea, reprime y persigue, como recientemente hizo con los pobladores del poblado de Totolapan y ha hecho con Antorcha y las organizaciones del Frente Amplio de Morelos. Antorcha condena la violencia y exige respeto a las reglas democráticas.
Laura Castillo García Vocera del Movimiento Antorchista en el Estado de México