Capitán Antonio Rodríguez Fritz
La Marina Mercante es una profesión fascinante. La Escuela de Náutica y Comercio, por supuesto eminentemente civil, inició en 1822 en Campeche, antes incluso de tener una educación naval militar, cuando se entendía de la importancia de generar comercio, riqueza y lógicamente con ello, empleos.
La Marina Mercante transporta casi el 90% de todo el comercio mundial, desde petróleo hasta alimentos, pasando por todo tipo de productos, electrónicos, maquinaria, etc. Digamos que, al igual que un avión, lleva pasajeros y carga, sólo que un buque de los grandes puede transportar, por decir algo, el peso de docenas de aviones.
Sin Marina Mercante, el comercio y por tanto la economía mundial colapsaría.
(Fotografía Sistema de información Cultural)
Debido a la actual pandemia, los Marinos Mercantes, considerados y homenajeados internacionalmente como héroes invisibles, han tenido que permanecer a bordo por meses, algunos por mas de un año, laborando para que no falte comida en tu mesa, ni suplementos médicos en los hospitales, o materias primas en las industrias.
Pero los buques requieren de un sistema portuario eficiente e internacionalmente competitivo.
Sobre este último punto, afortunadamente, por lo que parece, se le ha informado ya en forma correcta al Sr. Presidente que las APIs o Administraciones Portuarias Integrales federales le pertenecen al gobierno, tanto así que, conforme se ha hecho ya público, para la de Veracruz se ha ordenado que haya un nuevo Director, cuyo mérito principal será el hecho de ser militar, y no el de ser parte de la industria marítima o la portuaria.
Una vejación más al Artículo 129 Constitucional, y un funcionario público mas con doble salario. Que triste homenaje al legado de Don Benito Juárez.