El conflicto en Siria cumplió cinco años, con un saldo de 250.000 muertes, millones de desplazados y gran destrucción. Foto de archivo: UNICEF/UN013175/Al-Issa
Centro de Noticias de la ONU.- Hace cinco años los sirios salieron a las calles a manifestarse a favor de un cambio político y se encontraron con una violencia que ha causado 250.000 muertes, desplazado a millones de personas y generado condiciones propicias para el avance del terrorismo, dijo hoy el Secretario General de la ONU.
Al marcar el quinto aniversario del conflicto en Siria, Ban Ki-moon reiteró hoy que la única solución viable es un acuerdo político amplio que contemple las aspiraciones legítimas del pueblo sirio y tenga como punto de partida un alto el fuego nacional y duradero.
En un comunicado, Ban subrayó la importancia de recordar los orígenes del conflicto y afirmó que la destrucción que ha sufrido el país árabe durante este lustro pudo haberse evitado si las autoridades hubieran respondido pacíficamente, con un diálogo y una reforma genuina.
Aseveró también que los actores regionales e internacionales podrían haberse unido para ayudar a estabilizar Siria en lugar de usar su territorio como un campo de batalla de las rivalidades regionales y la competencia por razones estratégicas.
En cambio, agregó Ban, el mundo ha visto crecer una catástrofe humanitaria sin precedentes.
“Grupos terroristas como Daesh y el Frente Al Nusra han capitalizado el caos. Los combatientes extranjeros y las milicias sectarias han arribado masivamente a Siria para sumarse a los enfrentamientos. Los hombres, las mujeres y los niños sirios se sienten abandonados por la comunidad internacional”, apuntó.
El titular de la ONU recordó que Siria ha sido escenario del uso de armas químicas, sitios y hambre como armas de guerra, así como de numerosas violaciones de los derechos humanos.
Agregó que los responsables de esos crímenes deberán rendir cuentas y volvió a llamar al Consejo de Seguridad a referir el caso de Siria a la Corte Penal Internacional (CPI), señalando que no puede haber paz sin justicia.
Ban urgió una vez más a las partes con influencia a valerse de la diplomacia y a comprometerse con la búsqueda de una solución, alertando de las claras consecuencias globales del conflicto sirio.
En este sentido, se refirió a las conversaciones de paz que se celebran en Ginebra esta semana bajo la mediación del enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, e instó a las delegaciones negociadoras así como a otros actores y al Consejo de Seguridad de la ONU a asumir sus responsabilidades y ayudar a que este proceso sea exitoso.
“Si perdemos esta oportunidad, las consecuencias para el pueblo sirio y para el mundo serían demasiado aterradoras de contemplar”, concluyó Ban.