BALÓN CUADRADO/Agencias
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México.-Es ella y nadie más. Fue un fragoroso duelo de estrategias sobre el ring, uno de los mejores de dos féminas –ambas de 41 años de edad– vistos en lo que va del presente siglo. Velocidad de brazos, rapidez de puños y prodigioso juego de cintura, hicieron que Jackie Nava dejara claro por qué es la mejor peleadora en la historia de este deporte en México.
Y que satisfizo a todo un país a través del televisor.
Anoche, en el Auditorio Municipal de Tijuana, venció por decisión unánime a Mariana Juárez, convirtiéndose en la nueva campeona mundial diamante de peso súper gallo por el CMB.
Los jueces votaron 100-90, 97-93 y 99-91 a favor de Nava en una batalla entre dos pioneras –después de Laura Serrano–, ambas de 41 años, del boxeo profesional en México.
“Soy la princesa de todo México. Mariana fue una rival difícil, pero hoy fue clave mi velocidad. Me siento como de 30 años”, confesó la vencedora.
Si Jackie pensaba retirarse pronto, más vale que lo piense mejor. Lo suyo fue una demostración de que su carrera ha sido un desafío permanente a los lugares comunes sobre lo femenino, su participación en el deporte y la edad útil de un atleta.
Jackie está impecable como en sus inicios hace 20 años. Ambas demostraron por qué el boxeo femenil merece mejores bolsas.
La pelea de anoche además fue más que un combate de boxeo.
Durante gran parte de los episodios, Mariana Juárez se quejó de constantes cabezazos sobre su rostro hasta que llegó el quinto round en el que uno de esos roces provocó que se detuviera la pelea por algunos segundos en lo que los médicos revisaban a la capitalina permitiendo continuar el combate. Ninguno de los cabezazos fue considerado intencional. Uno le abrió la cara.
La velocidad de manos de Jackie contrarrestó los 7 centímetros de ventaja que tenía Juárez de alcance en sus brazos.
Éste combate prometía ser considerado la mejor pelea de boxeo femenil mexicano en la historia, después de aquel binomio que nos regaló Ana María “La Guerrera” Torres ante Jackie Nava hace ya una década.
“Respeto mucho el nivel, la entrega y la dedicación de Mariana, pero voy a dejarlo todo sobre el rin para que el título se queden casa, hice una gran preparación, es una pelea muy grande, en mi casa y voy a darlo todo para darle gusto a la afición y quedarme con el triunfo”, pronosticó La Princesa Azteca una vez que terminó el pesaje oficial el día anterior.
Fue un discurso de género, una reivindicación atlética y una deuda histórica. Dos pioneras, veteranas y dignas, se enfrentaron por fin como si fuera el clímax de un deporte al que las mujeres llegaron tarde por resistencia del machismo.
Jackie movía los pies con gracia de bailarina y los puños con el ímpetu de unos arietes. Mariana no la encontraba, muy pronto se vio rebasada; se movía con lentitud y desmadejada.
Más que oponer, La Barbie sobrevivía cada episodio. Quizá sólo se llevó el noveno round.
La mala fortuna de Mariana fue que esta Jackie parece la mejor versión de toda su carrera. Rápida e inasible –humo sobre el encordado–, la de Tijuana fue superior en toda la pelea.
La Barbie exhibía tristeza e impotencia, pero también la certeza de que, a pesar de la derrota, el valor nunca le ha faltado.
Desde el inicio de la batalla ambas pugilistas fueron agresivas. La Barbie Juárez intentó con rectos de izquierda atemperar la furia de su rival; pero la llamada Princesa Azteca respondió con un par de ganchos sobre el cuerpo de su rival.
Nava mantuvo su dominio en el segundo y tercer round. Lastimó a la originaria de la Ciudad de México con varias combinaciones en el rostro.
Hacia el final del cuarto episodio Jackie aprovechó su mayor velocidad para repetir el castigo a la cara de Mariana, quien se mostró lenta en su defensa.
La Barbie sufrió en el quinto el constante golpeo de la mano
izquierda de su oponente, incluso le costó mantener la guardia arriba para protegerse de los embates de la nacida en Tijuana.
Conforme la pelea se hizo adulta los ganchos de izquierda de Nava se volvieron más contundentes, junto a las combinaciones que Juárez no pudo contener.
La valentía de Mariana fue su mayor virtud ante la lluvia de golpes que le cayeron en el séptimo episodio. Jackie aprovechó el cansancio que empezó a mostrar su oponente para no fallar con su mano izquierda.
La “Princesa Azteca” bajó el ritmo entre el octavo y décimo episodio, situación que Juárez aprovechó para soltar algunos golpes que Nava esquivó con buen juego de cintura y respondió con certeros ganchos sobre el cuerpo de su rival.
Nava; excampeona mundial de las divisiones gallo y súper gallo; ahora tiene 39 triunfos, 16 por nocaut, cuatro derrotas y cuatro empates. Juárez quedó en 55 triunfos, 19 por la vía rápida, 11 derrotas y cuatro empates.
Se antoja la revancha en la Ciudad de México.
Las puertas del Auditorio Municipal Fausto Gutiérrez Moreno de Tijuana abrieron antes de las cinco de la tarde para dar paso a los combates previos y desde temprana hora, los aficionados al “arte de la fistiana” arribaron al recinto.
Sin embargo, no a todos se les exigió el comprobante de vacunación anti Covid-19, necesario para ingresar a la velada pues al interior también se encontraban niños acompañados de sus padres.
Se estima que la entrada fue de aproximadamente 3 mil personas.
(Con información del diario La Jornada)