BALÓN CUADRADO/Agencias
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México.– Hasta el último partido de la eliminatoria los fantasmas que los atenazaban se disiparon para unos súper Ratones Verdes que recorrieron un camino de brillantes sombras y escasas luces en el octagonal hacia Qatar 2022. Tuvieron un día de campo, ayer, durante los 90 minutos del juego. Aunque aterra su magra producción goleadora: 1.2 anotaciones por juego –si se divide 17 anotaciones entre 14 partidos–. Y que impide augurar, entre otros factores, que se haga realidad la quimera del quinto partido mundialista con que sueñan los zares del balón.
Mas, nada empañó la fiesta que estalló anoche en el estadio Azteca, ante cerca de 25 mil aficionados, tras el triunfo 2-0 sobre El Salvador, amenizada por mariachis y vítores de miles de aficionados que entonaron jubilosos:
“¡Nos vamos al Mundial, nos vamos al Mundial…!”
Aunque, en los minutos iniciales el público abucheó al seleccionador Gerardo Martino y el sonido local ahogó el grito “¡eeeh, puto!” en el último juego de la eliminatoria mundialista de Con-caca-f, que posee el peor nivel futbolístico de las seis confederaciones que conforman a la FIFA.
Gracias a este triunfo y a la derrota 2-0 de Estados Unidos ante Costa Rica, el conjunto tricolor, dirigido por Gerardo Tata Martino, terminó el octagonal ubicado en la segunda posición, con 28 puntos, con lo que evitó pelear por el pase en un repechaje.
Uriel Antuna, al minuto 17, y Raúl Jiménez, de penal al 44, marcaron los goles de la victoria y se vistieron de héroes en el encuentro de ayer, en el que al parecer el Tri se reconcilió con su afición, la cual se abstuvo de entonar el grito homofóbico, sólo hubo un intento al inicio.
Desde los primeros minutos del partido, la selección mexicana lució superior al combinado salvadoreño, que pese a ya no tener oportunidad de buscar un boleto al Mundial, intentó complicarle el camino a los locales con un juego ríspido.
Un inspirado Uriel Antuna comenzó a merodear el área rival con aproximaciones de peligro, pero fue hasta el minuto 17 cuando logró encajar el balón en el arco custodiado por Mario González, luego de un derechazo a quemarropa.
La anotación desató la euforia de la afición tricolor, que hizo vibrar el estadio Azteca con gritos y porras, mientras el mariachi que se encontraba ubicado a un costado de la cancha amenizó el festejo.
Los tricolores se animaron y siguieron intentando aumentar su cuota goleadora con disparos de Carlos Rodríguez y César Montes, mientras El Salvador trató de hacer daño con remates de larga distancia, pero también con entradas fuertes y diversas faltas.
Precisamente una de esas jugadas peligrosas le permitió a México ampliar su ventaja. Ronald Rodríguez cometió una falta en el área sobre Antuna y el árbitro marcó una pena máxima, la cual fue cobrada por Jiménez, quien fiel a su estilo engañó al portero rival para firmar el 2-0 minutos antes del descanso.
Con la ventaja en la bolsa, México bajó las revoluciones y disminuyó su poder ofensivo. El ingreso al minuto 64 de Hirving Chucky Lozano, quien fue fuertemente ovacionado, y de Henry Martín, en sustitución de Antuna y Jiménez, respectivamente, hizo pensar a la afición que la cuota goleadora del Tri aumentaría, sin embargo el marcador ya no se movió y México selló el boleto a Qatar con un valioso triunfo por 2-0.
Guillermo Ochoa se convirtió en el portero con más partidos en el Tri al llegar a 127,uno más que Jorge Campos, y Jiménez igualó en 29 dianas a Hugo Sánchez con la playera verde.
Al terminar el encuentro, la fiesta siguió en la cancha del estadio Azteca, donde familiares y amigos de los seleccionados nacionales ingresaron para convivir y tomarse fotos con ellos. Los mariachis entonaron a todo pulmón los clásicos Cielito lindo, México lindo y querido y El Rey para redondear el festejo.
El objetivo era llegar a Qatar como sea y lo conseguimos. Siempre tuvimos la mentalidad de clasificar, ganara o no Estados Unidos, nosotros vinimos a hacer nuestro trabajo, dijo Uriel Antuna en medio de la celebración de los jugadores con sus familiares en la cancha. Estamos con Martino y lo respaldamos, agregó Erick Gutiérrez.
Mikel Arriola, presidente de la Liga Mx, felicitó a los jugadores y el cuerpo técnico de la selección por el pase, mientras Yon de Luisa, titular de la Federación Mexicana de Futbol, también mandó un mensaje de agradecimiento.
Por su parte, Estados Unidos también concretó su pase a la Copa del Mundo pese a caer 2-0 ante Costa Rica, el cual peleará su lugar a Qatar en el repechaje intercontinental. La escuadra de las barras y las estrellas terminó en el tercer puesto del octagonal con 25 unidades y con mejor diferencia de goles ante los ticos, que se ubicaron un escalón abajo con los mismos puntos.
Aunque Canadá también se vio sorprendido y perdió por 1-0 con Panamá, logró mantenerse en el primer puesto con 28 puntos, mientras los canaleros terminaron en el quinto peldaño. Jamaica, sexto, se despidió con un triunfo 2-1 frente a Honduras, último del octagonal.
Y los mariachis cantaron
El ingreso de los aficionados al estadio Azteca con el sistema de identificación digital (FanID) fue ágil y no hubo fallas tecnológicas. No obstante, el público abucheó al seleccionador Gerardo Martino y el sonido local ahogó el grito ¡eeeh, puto! en los minutos iniciales.
Las largas filas y los tumultos que se apreciaron el pasado jueves en los accesos principales no se vieron en el encuentro de ayer, aunque cabe mencionar que en esta ocasión el número de asistentes era mucho menor, pues se calcula que fue de 20 mil a 25 mil personas.
El tiempo para poder entrar al inmueble era de máximo cinco minutos. Con boletos impresos o digitales e identificación oficial en mano, el público ingresó de manera fluida y sin retrasos.
“Llegamos mucho antes porque pensamos que nos íbamos a tardar demasiado en entrar, pues vimos que la semana pasada todo fue muy caótico, pero afortunadamente está muy tranquilo y el ingreso fue muy rápido”, describió Miguel Flores, quien acompañado de su esposa y sus dos hijos llegó al estadio desde tres horas antes del partido.
Esta vez tampoco se observó enojo y desesperación entre el público por no poder entrar rápidamente al Coloso de Santa Úrsula, en cuya explanada se armaron pequeñas fiestas antes del inicio del cotejo.
Al son de música de banda y mariachi, diversos grupos de aficionados esparcidos por todo el estacionamiento cantaban y bailaban mientras bebían cervezas y echaban porras al conjunto tricolor.
“¡Nos vamos al Mundial, nos vamos al Mundial!” y “¡sí se puede, sí se puede!”, eran los gritos predominantes entre la afición, que gracias al ambiente festivo de ayer previo al encuentro se olvidó de la reciente falta de goles y buenos resultados del equipo tricolor.
Dentro del estadio, la afición siguió muy entusiasmada y continuó con las porras y los cánticos en apoyo a la selección, aunque no tanto para su técnico, Gerardo Tata Martino, quien fue abucheado cuando su nombre apareció en las pantallas al anunciar la alineación de su equipo.
Antes de comenzar, el portero Guillermo Ochoa tomó el micrófono y agradeció a los seguidores del Tri por su asistencia al último partido de la eliminatoria mundialista, pero también les pidió tener un comportamiento ejemplar.
Apenas en los primeros minutos del duelo, en un despeje del arquero salvadoreño, la afición tricolor entonó el “¡eeeh…!”, pero antes de que se escuchara el grito homofóbico, el sonido local lanzó un “¡eeeh, México!” para distorsionar el sonido que provenía de las gradas.
Durante el resto del partido, sólo abucheó a los jugadores rivales, y al parecer pactó una tregua en el tema de la expresión discriminatoria, al menos en este encuentro.
(Con información del diario La Jornada)