La cifra de muertos por el terremoto de magnitud 6 en la escala de Richter que sacudió el centro de Italia este miércoles se ha elevado a 247, entre ellos muchos niños. Este número puede seguir creciendo debido a que quedan aún decenas de desaparecidos.
Por el momento no se han querido dar datos oficiales sobre los desaparecidos debido a que es muy difícil contabilizarlos porque las localidades afectadas suelen recibir a muchos turistas durante los meses de verano. El seísmo ha dejado al menos 368 heridos e importantes daños en edificios.
La jefa de emergencias, Immacolata Postiglione, ha señalado que “hay muchas personas aún bajo los escombros”. Las poblaciones que se han visto más afectadas son las de Amatrice, Accumoli, Arquata de Tronto y Pescara de Tronto. Según La Stampa, la primera de ellas ha quedado literalmente dividida en dos: en la zona norte hay 14 cadáveres en un patio y en la sur hay otros 21 en una escuela.
En esa localidad todavía hay aún algunos lugares a los que no se ha conseguido acceder, mientras que en Accumoli y Arquata del Tronto los equipos de emergencia y rescate están trabajando en todas las zonas afectadas. Rescatados con vida Gracias a la actuación de 760 bomberos, además de rescatistas, policías y voluntarios, decenas de personas han sido rescatadas vivas varias horas después de que se produjera el temblor. Es el caso de un hombre de 65 años en Accumoli, encontrado bajo una casa que se hundió totalmente.
En Pescara del Tronto rescataron a dos niños de 4 y 7 años a quienes su abuela, con la que estaban en el momento del seísmo, hizo meterse debajo de la cama. Los heridos fueron trasladados a hospitales cercanos, como el de la ciudad de Rieti o el de L’Aquila, ya que los centros médicos de la zona han resultado dañados. El personal del hospital de Amatrice, que quedó inaccesible, atiende a los heridos que van llegando en una explanada.
En los hospitales de Roma han sido ingresados seis heridos, dos de ellos graves, que fueron trasladados con helicópteros desde las localidades afectadas. “La mitad de la localidad ya no existe” “La mitad de la localidad ya no existe, la gente está bajo los escombros”, lamentó el regidor de Amatrice, Sergio Pirozzi, a la cadena privada Sky. El regidor añadió que se produjeron derrumbes graves en varios edificios y puentes que complican el acceso a la zona por parte de las autoridades italianas, que tratan de ayudar a las personas que se encuentran atrapadas.
Los vecinos del municipio entrevistados por los medios italianos coinciden en señalar que la localidad “ya ni existe” pues casi “el 70% de las casas se han derrumbado”. Las imágenes aéreas que ha proporcionado el Cuerpo de Bomberos muestran el centro histórico de la localidad, de unos 2.000 habitantes y compuesta en su mayoría por casas de piedra y antiguas, completamente destrozado y con pocas casas en pie. “La región está devastada. Se han derrumbado muchas habitaciones, otras están muy afectadas. Ya no existe el Cuartel de los Carabineros, la Iglesia….
En muchos puntos de la localidad no funciona ni el teléfono”, relataba este miércoles por su parte el alcalde de Accumoli, Stefano Petrucci. “Vamos a necesitar de todo porque estamos completamente incomunicados. Es necesario que se instale un campo con tiendas para ayudar a la población”, añadía. El alcalde comentó que se excava hasta con las manos para intentar sacar a las personas que se creen pueden estar aún atrapadas entre los escombros y reiteró la necesidad de que llegue más ayuda.
Reclaman tiendas de campaña La atención de Protección Civil, que coordina las tareas de rescate y de ayuda, está en alojar a las miles de personas que se han quedado sin hogar. Según sus responsables, ya se han instalado cuatro campos con tiendas, cocina y baños en varios puntos de la zona con una capacidad cada uno de 250 personas. Postiglione explicó que las unidades móviles de otras regiones se están desplazando a las localidades afectadas para brindar apoyo y que están listos para actuar de acuerdo a las peticiones que lleguen de la zona.
Entre las solicitudes, apuntó que el alcalde del municipio cercano de Montegallo había reclamado tiendas de campaña para sus habitantes porque no querían volver a sus casas a pasar la noche por seguridad. La responsable añadió que las regiones limítrofes están también disponibles para acoger a esas personas.
