Luis Fernando González Díaz
Los antorchistas del país seguiremos exigiendo justicia a don Manuel Serrano Vallejo, quien fue víctima de un crimen político, en el Estado de México, el pasado 6 de octubre del año 2013.
El también padre de la dirigente antorchista, Maricela Serrano Hernández, fue secuestrado hace cuatro años cuando se disponía a abrir su modesto negocio de venta de periódicos con el que sostuvo económicamente a su familia por más de 50 años; posteriormente sus supuestos captores confesaron que ya lo habían asesinado.
Destaco la ocupación de don Manuel porque queda claro que no era una persona que contara con características atractivas para los secuestradores; es decir, no tenía bienes ni fortuna, por lo que se vislumbra que fue un crimen político con la intención de que la licenciada Maricela Serrano abandonara su lucha por el progreso de Ixtapaluca y con ello desertara de su compromiso de luchar por los intereses del pueblo, pues este crimen se dio justo en el contexto del triunfo de la dirigente antorchista por la presidencia del mencionado municipio mexiquense.
El intento no tuvo éxito, pero lamentablemente los captores optaron por la desaparición física de don Manuel Serrano. Por eso, a punto de que se cumplan cuatro años de ese secuestro y posterior asesinato, todos los antorchistas del país levantamos el grito de: “¡justicia para Manuel Serrano y su familia!”.
A la fecha, las autoridades responsables de impartir justicia dicen tener encarcelados a los culpables materiales, pero, primero, no han sido capaces de entregar, a sus familiares, los restos del cuerpo de Manuel Serrano, pese a que en el último informe oficial del caso entregado por el Coordinador de Combate al Secuestro, Rodrigo Archundia Barrientos, se supone que “hay indicios claros” que señalan al ex diputado local, Armando Corona Rivera, como el actor intelectual del crimen.
La justicia deben efectuarla las autoridades estatales y federales; si la anterior declaración es verdadera, deben investigar al ex diputado local, Armando Corona, por su supuesta participación intelectual en el secuestro y asesinato de don Manuel Serrano.
Este secuestro político es un caso inaudito que sucedió en México, específicamente en el Estado de México, siendo gobernador, Eruviel Ávila. Pero en pocos días el período gubernamental de éste finalizará e iniciará un nuevo período. Confiamos en que las autoridades estatales y federales continuarán con sus responsabilidades y que el nuevo gobernador responderá al llamado de justicia del caso Manuel Serrano Vallejo.
Los miles de antorchistas del Estado de México y de todo el país no descansaremos hasta que se haga justicia por el crimen político de don Manuel Serrano Vallejo, que se entreguen sus restos mortales a su familia para darle cristiana sepultura y que se investigue al supuesto culpable intelectual, Armando Corona Rivera.
