Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México, (BALÓN CUADRADO/Agencias).- Pestilente tufillo a tongo. Donde las casas de apuestas no se equivocaron. Después de más de un año inactivo, Saúl Álvarez derrotó sin complicación alguna al boxeador británico Callum Smith, frágil Quijote sin armadura sobre el ring. Como si fuera día de campo, Canelo dominó a lo largo de los 12 rounds.
Convirtiéndose, así, en supercampeón de las 168 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y el del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y cerrar una década de boxeo mexicano con un polémico espectáculo. Donde el púgil tapatío daba tres golpes por uno recibido.
“Siempre habrá gente que no te dé crédito”, dijo el púgil jalisciense al final de la pelea.
Ante 12 mil espectadores (que no cumplieron con las medidas sanitarias) en el Alamodone de San Antonio, en Texas (Estados Unidos), los jueces le dieron el triunfo por decisión unánime, con tarjetas de 119-109, 110-109 y 117-111.
La función de esta noche fue el primer evento de boxeo en Estados Unidos en donde se admitió público –12 mil de 65 mil aficionados– desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Y donde, por cierto, nunca se respetó la sana distancia. Por lo que se veía en ring side.
Lo que parecía ser el combate del año, debido a que son los dos mejores peleadores de peso supermedio, quedó a deber en emociones, pues Callum lució inoperante. Parecía que en cada mano traía 20 kilos de peso. Nunca soltó los brazos. Además de que era pasmosa su lentitud de caracol.
Era un guiñapo quijotesco sin armadura sobre el cuadrilátero. Frágil Goliat al que David golpeó a placer.
Y es que Smith, en ningún momento pudo –o tampoco quiso– sacar ventaja de su altura y alcance de sus brazos, pues Álvarez los esquivó con cierta facilidad con juego de piernas y cintura; además de conectar muchos más golpes de poder, especialmente a base de ganchos en las zonas blandas.
A pesar de los casi 20 cm de diferencia en altura, Callum constantemente iba hacia atrás, tratando de alejar al tapatío con puro jab de izquierda. Sin embargo, pocos golpes aterrizaron en el rostro de Álvarez, lo que le hizo perder confianza.
A partir del noveno asalto, la pelea se convirtió en un calvario para Smith, pues con el rostro ensangrentado, un ojo cerrado y el calzoncillo tinto en rojo, parecía que se iba a la lona ante los embates del pentacampeón.
Incluso, los últimos dos rounds solamente fueron una extensión del martirio para el inglés, quien defendía como podía mientras Saúl buscaba el nocaut con un severo castigo al británico.
Con este resultado, Callum rompe su racha invicta, quedando con una marca de 27-1; mientras que para Álvarez representa su victoria número 54 y la primera como agente libre en su primera pelea del 2020 y tras un año de ausencia.
Al terminar el combate y con un rostro prácticamente limpio, el ganador se dijo feliz por regresar después de 13 meses, y aunque reconoció la calidad de su contrincante, señaló que por su arduo trabajo se ha convertido en el mejor libra por libra.
“Soy el mejor del mundo por algo”, presumió.
Esta victoria abre la puerta a un posible tercer enfrentamiento ante el campeón mediano de la FIB, Gennady Golovkin, quien la noche anterior regresó a la acción y ganó por KOT en el séptimo asalto ante el polaco Kamil Szeremeta.
No obstante, indicó en entrevista para ESPN que más que otro combate con “GGG”, desea buscar otros retos, pues su meta para 2021 es unificar los títulos de la categoría de las 168 libras.
Su idea es tener tres peleas el siguiente año.
Ante el cuestionamiento de que si cree que por fin pudo demostrar a todos sus detractores que es el mejor boxeador mexicano de la actualidad, mencionó que él no se preocupa por lo que piensen quienes lo critican y que seguirá trabajando para enfrentar y ganarle a los mejores:
“Siempre habrá gente que no te dé el crédito (…) Estoy en el mejor momento de mi carrera y lo mejor está por venir.”