Texcoco, Méx.- “¿Estamos ante los inicios de una tercera guerra mundial? No lo sabemos, pero antes de que ello suceda, lo único que puede detenerla son los pueblos unidos del mundo, con la idea de construir una sociedad que piense en la solidaridad humana y no en el afán de lucro y el egoísmo como hasta hoy”, expuso el líder social texcocano y economista, Brasil Acosta, tras analizar los riesgos de las acciones bélicas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Con relación a México dijo que en caso de ser involucrado en una guerra “los mexicanos debemos defender nuestro derecho mediante la organización y la lucha consciente y el ejemplo a seguir es la sociedad norteamericana que tras el ataque de EE. UU., a Siria salieron a las calles a manifestarse en contra de esta acción. Recordemos que el gran triunfador de la guerra en Vietnam, además del heroico pueblo asiático, fueron los ciudadanos estadounidenses, quienes exigieron la terminación de esa guerra, pues querían de vuelta a sus hijos vivos y no muertos como los estaban recibiendo.
Brasil Acosta criticó la violación de los tratados internacionales suscritos después de la Segunda Guerra Mundial, que impulsó el propio EE. UU. “el ataque a Siria y el riesgo de ataque a Corea del Norte y Rusia es una violación flagrante al derecho internacional y una demostración de fuerza; tal como sucedió en Irak se trataba, pues, de un pretexto para destruir la región y apoderarse del petróleo, saquear las riquezas de aquel país y abrir mercado a las mercancías estadounidenses que no habían podido entrar en esa nación. La posición de Siria es geoestratégica y EE. UU., no quiere perder la partida frente a Rusia, que ha ido ganando terreno en esa parte del planeta”.
Agregó que en medio de la desinformación del ataque a Siria “se sabe que el presidente de Siria, Bashar al-Assad, electo democráticamente, ha sido respetuoso de los acuerdos internacionales y que con la intervención del gobierno ruso que actúa como garante y mediador en ese conflicto regional, ha instruido a que su ejército deseche las armas químicas que tenía en su poder”.