Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro” de Radio Expresión México, que conduce Manuel Aparicio.
01 de Febrero de 2024.
“Es completamente falso, es una calumnia, están desde luego muy molestos, y lamentablemente la prensa, como hemos visto no sólo en México, en el mundo, está muy subordinada al poder”. Dijo el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, luego de conocerse las entregas periodísticas en dos medios estadounidenses, ProPublica e Insight Crime y la periodista Anabel Hernández, en las que se hace saber que la campaña de 2006 de López Obrador, con millones de dólares, fue financiada por el narco, concretamente por el Cartel de Sinaloa.
Una acusación muy grave indudablemente, una acusación que no debería quedar únicamente en la opinión de López Obrador sobre los medios de comunicación, los periodistas que las publicaron y el gobierno de los Estados Unidos, porque el presidente ha dicho que: “No voy a llevar a cabo ningún juicio formal, pero denuncio, no a los periodistas, no denuncio a los medios, denuncio al Gobierno de Estados Unidos de permitir estas prácticas inmorales y contrarias a la ética política, que debe de prevalecer en todos los gobiernos del mundo. Porque ¿cómo es que se orquesta esto? ¿Qué, no lo sabían sus agencias? ¿Son ajenas sus agencias? Tiene que decir la DEA si es cierto, si no es cierto, cuál es la investigación que hicieron, cuáles son sus pruebas. Pero no solo la DEA, el Departamento de Estado”.
Esa es la voz de López Obrador hablando de ética política.
El martes pasado los reportajes publicados sostienen que la DEA investigó durante dos años versiones de narcotraficantes, que aseguraban que aportaron recursos —entre dos y cuatro millones de dólares— a la primera campaña presidencial de López Obrador, en 2006.
Es en este caso donde López Obrador debe defender la investidura presidencial, y no cuando se le solicita que vaya a Acapulco a entrevistarse con los damnificados, donde no quiso ir para evitar que se afecte la investidura presidencial con mentadas de madre.
La periodista Anabel Hernández asegura que lo publicado por ella le consta, que ha estado investigando a López Obrador desde el año de 2019 y que además, está preparando un libro sobre López Obrador, como también así lo hizo con Vicente Fox y con Felipe Calderón.
En cuanto a Tim Golden se trata de un comunicador que ha sido el jefe de noticias en el medio The Marshall Project, durante 20 años fungió como reportero de investigación, corresponsal y redactor en The New York Times, uno de los periódicos más importantes del mundo. A sus 63 años de edad, cuenta con la distinción del Premio Pulitzer en dos ocasiones, siendo éste el más aclamado por el mundo periodístico. Previo a consolidarse como un reconocido investigador, obtuvo su título en el Dartmouth College y logró obtener el becariado Nieman impartido por la Universidad de Harvard.
Los informaciones publicadas señalan que en el presunto cobro de los sobornos del narco, están relacionados colaboradores cercanos de López Obrador, uno de los señalados es Nicolás Mollinedo, que durante la campaña de 2006 era chofer de López Obrador y jefe de logística. También Mauricio Soto Caballero, un empresario y operador político que encabezaba en equipo de avanzada bajo el mando de Mollinedo. Las declaraciones de los narcotraficantes también implicaban al empresario Francisco León, que entonces buscaba una senaduría por la coalición que postulaba a López Obrador. Los reportajes afirman que los narcotraficantes (se menciona a Edgar Valdez Villarreal, La Barbie, y a Roberto López Nájera) hacían las supuestas donaciones con la intención de que, si López Obrador ganaba las elecciones, se les permitiese tener injerencia en la designación del Fiscal General.
¿Será por ello la aplicación de la política de “abrazos no balazos”?
Si bien el presidente López Obrador no quiere hacer denuncia ante tribunales internacionales, el Congreso representado por MORENA, que tanto ha defendido a López Obrador, es momento de que alce la voz en contra de la presunta difamación de su líder, ya ni siquiera de López Obrador, sino de la investidura presidencial.
(Fotografía principal Diario 21)