Por Manuel Camacho*
A través de la historia han existido gobiernos de palabras y de propaganda, mucha propaganda.
Sabemos de uno que se apoya en los dichos y no en los hechos. Sin compromiso alguno y con palabras no siempre veraces.
Las frases hechas son la clave.
Veamos:
A CATÓN EL VIEJO (234 AC) y bisabuelo de CATÓN EL JOVEN, se atribuye uno de los principios de la propaganda: usar “una frase hecha y repetida hasta que el público la recuerde”.
MIGUEL DE UNAMUNO confirmó la importancia de la repetición: “Repetir, repetirse, como si todo fuera nuevo”.
Y recordamos al ateniense DEMÓSTENES que, a los 20 años, y apasionado por la política, dejó la tartamudez y se convirtió en orador grandioso, además de escritor y abogado. Él precisó que “los oradores deben hablar como el pueblo quiere que hablen”.
PERICLES, político, general y el mejor estratega de Grecia, creó en su gobierno un MINISTERIO DE PROPAGANDA para informar al pueblo de sus logros; reales, por cierto.
Antes, en el siglo VI, AC, POLÍCRATES, tirano de SAMOS levantó el Templo de Hera, esposa de Zeus, para opacar el de Artemisa de ÉFESO (que empezó el rey CRESO). Y de paso abrió la puerta a discursos que prometían al pueblo expoliar a los ricos, repartir tierras, empleos, entregas de dinero e incluso rifas de bienes.
Así nace la DEMAGOGIA que halla en los sofistas, a juicio de PÍNDARO más charlatanes que sabios, sus mejores seguidores. Ellos son los que acusan a SÓCRATES de intrigas y arman las campañas políticas y las llenan de lemas.
Otros historiadores, encontraron las primeras huellas de propaganda, varios siglos antes en CHINA, donde los mejores generales eran los que ganaban las batallas antes de darlas; simulación pura gracias a la propaganda. A su vez, los emperadores ejecutaban a los mensajeros portadores de malas noticias.
Y algo más: todavía en tiempos feudales, el Imperio Chino, contrataba vagabundos que tenían cierta facilidad de palabra, para que recorrieran las ciudades arengando al pueblo y alabando al rey en turno.
En síntesis; muchos gobiernos se han fincado y sostenido en las palabras, los discursos y la propaganda política.
Hoy, nosotros damos fe de un GOBIERNO DE PALABRAS… SIN PALABRA.
Sin compromiso con lo ofrecido y que sí nos recuerda a CATÓN EL VIEJO con sus frases hechas y repetidas.
A UNAMUNO con lo de repetirse… cada mañana.
A DEMÓSTENES con decir lo que el pueblo quiere oír.
A PERICLES con su peculiar vocería oficial.
A POLÍCRATES con el uso y abuso de la demagogia y las promesas de dinero, rifas y BIENESTAR.
A los Generales chinos con la simulación de combates a la corrupción y la inseguridad. A los Emperadores chinos con los diarios ataques a los mensajeros que hoy son los medios. Y a los señores feudales al tener granjas de bots, privilegiar a youtubers, influencers y periodistas a modo.
¡Un perfecto DEJA VU, con sus asegunes!
Pero la verdad, monda y lironda es, bajo el influjo de IRENE VALLEJO que liga lo textil con lo literario y lo político, concluir que tenemos un GOBIERNO… DE PUNTADAS.
Para acabar pronto, descubrimos que las frases, las palabras y los discursos de este GOBIERNO RETRO tienen su ilustre origen en CANTINFLAS y TIN-TAN.
*Colaboración de Manuel Camacho en el programa CDMX Magacín por radio ABC, que conduce Alejandro Lelo de Larrea, los sábados. Es locutor desde hace más de 60 años y periodista. Fue titular del programa Vibraciones Capital de rock pesado durante dos décadas –de los 60s a los 80s. Es vicepresidente de Relaciones Públicas de la Asociación Mexicana de Periodistas de Radio y Televisión (AMPRYT).