Y llegó la cruda moral, después de que en las redes sociales se difundió el video de una fiesta, con bailarinas supuestamente exóticas, en el que aparece Luis Alberto Villarreal, quien hasta ayer fue líder de la bancada panista en el Palacio de San Lázaro, quien será sustituido por José Isabel Trejo. La consecuencia inmediata fue que Gustavo Madero lo removiera del cargo al igual que al vice coordinador del grupo parlamentario del PAN.
Lo que, por supuesto, no es para cortarse las venas ni desgarrarse las vestiduras, en virtud de que muchos políticos (de todos los partidos), tienen como costumbre aprovechar sus viajes al interior del país o fuera del mismo, para echar una canita al aire, cayendo, a veces, en otro tipo de excesos. Desde luego cuando no van acompañados de sus respectivas consortes, que en las más de las veces sale de compras, sobre todo si es en el extranjero.
Y aunque Luis Alberto Villarreal, luego de aclarar que el grupo parlamentario no organizó esa fiesta, trató de justificar que acudió como invitado a ese evento privado, que en mi opinión no debe satanizarse. Aquí lo incómodo es, tal vez, la vergüenza que pasó al ser descubierto su nivel de diversión; sobre todo ante su familia.
La indiscreción de algún invitado o amigo, llevó las imágenes a las redes sociales, a partir de lo cual hicieron pedazos la carrera de Luis Alberto Villarreal, quien, como ya sabemos, dieron de baja de un cargo de importancia en el Congreso Federal, porque estando tan cerca de las elecciones del 2015 en que habrán de disputarse 9 gubernaturas y 17 Congresos estatales, se deben tomar las debidas precauciones para evitar golpes mediáticos.
Me imagino, sobre todo, a los perredistas a los del Movimiento Ciudadano, a los de Morena, entre otros, utilizar este tema incómodo, para hacer campaña denunciando cómo se gastan los recursos del grupo parlamentario del PAN.
Menciono lo anterior porque ustedes habrán de recordar cuando se habló del célebre Toallagate, el tema de mayor debate en el país; y fue, precisamente el PRD, que gritaba a los cuatro vientos el mayor descubrimiento, la compra que hizo el ex presidente de México, Vicente Fox, de toallas con costos de CINCO MIL PESOS. Hablaron de derroche de recursos como si con esa compra el país hubiera caído en crisis económica.
Se trataba de hacer ruido y lo hicieron, con un tema que da risa. Ahora se imaginan lo que harían con la fiesta de Villarreal?. Así es que, salió más barato, políticamente, sacarlo de la línea de fuego.