Maria Esther Beltrán Martínez Fotos: J. Carlos Santana
Andalucía, España.- En la Costa del Sol se presenta por primera vez una exposición de la nueva pintura de los artistas más significativos de nacionalidad belga y estadounidense bajo la curaduría de Barbara Rose.
Esta exposición se propone demostrar que la pintura como disciplina autónoma todavía es capaz de hacer nuevas y convincentes declaraciones como una forma artística viva, relevante y desarrollo que comunica valores humanistas en un mundo cada vez más inhumano, impulsado por la tecnología y globalmente interconectado, expresa la curadora.
“La idea de que la pintura ha muerto, está agonizando o va perdiendo importancia se refleja en las novedades que abarrotan las ferias de arte comercial y en el creciente número de bienales internacionales. Pero la idea de que la pintura ya no es un arte vivo no es nueva. El primero en llorarla fue el artista académico francés Paul Delaroche. Se cuenta que al ver el primer daguerrotipo en 1839, afirmo: “Apartir de hoy la pintura ha muerto”.
La exposición colectiva se ha titulado Painting After Postmodernism Belgica-USA. Entre los artistas que participan están cho artistas del entorno belga son: Mil Ceulemans, Joris Ghekiere, Bernard Gilbert, Marc Maet, Werner Mannaers, Xavier Noiret-Thomé, Bart Vandevijvere y Jan Vanriet; y los ocho estadounidenses: Walter Darby Bannard, Karen Gunderson, Martín Kline, Melissa Kretschmer, Lois Lane, Paul Manes, Ed Moses y Larry Poons.
“Esta colectiva se ha presentado anteriormente en Bruselas con el mismo nombre y con un formato distinto en el que se aglutinan 16 exposiciones individuales bajo un mismo título- explica Barbara Rose- La que ahora se presenta en Málaga ofrece dos obras de cada uno de los artistas. La singularidad de la muestra del Palacio Episcopal malagueño radica en que algunas de las obras que se exhiben fueron inéditas en aquella exposición, celebrada en Bruselas el pasado año y que fue ampliamente elogiada por la prensa especializada.
Agrega que parte del cuestionamiento del eco de las palabras de Marcel Duchamp, quien también declaraba la muerte de la pintura.
“Picasso, Miró, Matisse o la escuela de Nueva York nunca la abandonaron. Durante los años sesenta y setenta se volvió a promulgar está muerte: con una concepción de la pintura asociada a los gustos burgueses, se intentó demostrar su agotamiento y se primaron el arte conceptual, el video, la técnica mixta, se intentó demostrar su agotamiento y se primaron el arte conceptual, el vídeo, la técnica mixta y las instalaciones. La pintura, siguiendo los postulados de Clement Greenberg, debía quedar reducida a la impresión óptica y en ella no debían permitirse ni los contenidos metafóricos ni, aún menos, la presencia de lo figurativo. No faltaron quienes pocos años después rebatieron, con voluntad descriptiva, las manifestaciones posmodernistas. Entre ellos, Achille Bonito Oliva, Peter Burger o Frederick Jameson, que apuntaron conjuntamente a la presencia del pastiche en la estética del momento”.
En conclusión Barbara da por agotada está época del Postmodernismo, ejemplifica este agotamiento en la vuelta a la pintura. Y con una sonrisa expresa que el ver las obras es enriquecedor para los visitantes quienes ven obras y descubren técnicas que hacen posible que lienzos se conviertan en un motivo para absorber la atención de quien los ve.