Miguel Ángel Casique Olivos
El pueblo; además de cornudo, apaleado.
La frase de “Además de cornudo, apaleado” que se usa frecuentemente, cuando además de ser engañado le toman a uno por culpable y se lleva los palos, es decir los golpes, viene muy a tono en los tiempos actuales, cuando la población mexicana además de haber sido engañada por la Cuarta Transformación, ahora pretende ser apelada, por ejemplo con la famosa “Ley Garrote” de Tabasco y con el ataque frontal y la persecución política contra los dirigentes y organizaciones sociales que han dado su vida a luchar por un mejor país y encabezar a los más necesitados por conseguir una patria más digna y de justicia social.
O acaso, amable lector, ¿no está usted de acuerdo conmigo con que ya a ocho meses y medio de gobierno morenista las cosas se ven más tristes y desamparadas para la población mexicana que votó por un supuesto cambio que sólo se quedó en la palabras?, o acaso, ¿no está de acuerdo, usted, que ahora la situación de los mexicanos este peor que cuando gobernaba “la corrupción” o la tan mencionada “mafia del poder”?
La clase política mexicana está cometiendo errores garrafales a la hora de gobernar, porque se sigue comprobando que el mandatario nacional no está dispuesto a aceptar que la forma en que se está ejerciendo el poder polariza cada vez más a la nación y que tarde o temprano la sociedad civil va a tener que reaccionar para quitar ese poder político que ahora ostenta Morena; por otro lado, vemos a una oposición sumisa y cómo grupos de poder, que pudieran actuar para alertar y poner un “hasta aquí” a los abusos que se cometen, se ponen al servicio de López Obrador; ejemplos claros, Omar Fayad en Hildalgo, Alfredo el Mazo en el Edomex y ahora hasta el recién nombrado dirigente del Revolucionario Institucional.
La situación en las entidades empeora y lo dejan ver así, por ejemplo, el grito de auxilio que gobernadores le presentaron a AMLO, cuando solicitaron ayuda al titular de la Fiscalía de la República (FGR) Alejandro Gertz Manero para que se combatan los homicidios dolosos y se coordine una estrategia entre estados y la Federación contra este delito que sigue elevándose desde que arrancó este sexenio.
El 2018 fue el año más violento de la historia y la tendencia es a la alta durante este 2019. Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán y Francisco Dominguez, gobernador de Querétaro fueron los portavoces de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) para pedir al gobierno federal intervención, porque en el primer semestre de 2019 se han reportado 14 mil 603 homicidios dolosos, cifra que supera al los datos del mismo periodo del año pasado que fue de 13 mil 985.
La inseguridad no es el único problema que pone en Jaque al país, pues se sabe muy bien que en los primeros ocho meses del mandato de Obrador, en México se han perdido 72 mil 547 puestos de trabajo formal, y esto hace que el inicio de sexenio sea más débil en materia de empleo. Y aunque las cifras se deben en parte a que la administración lopezobradorista iniciara con un conteo de 20 millones 457 mil 926 trabajadores registros en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al 30 de noviembre del 2018 y que al 31 de julio de este año ya era de 20 millones 385 mil 379 empleados asegurados, es decir, 72,547 personas menos; también se debe a la fuerte pérdida de empleos estacionales al finalizar el 2018 cuando se contabilizó en 378 mil 561 plazas, la mayor en términos absolutos desde que existen registros en el IMSS.
El pueblo de México, además de haber sido engañado con que este gobierno traería prosperidad y progreso y que las cosas iban a cambiar, ahora se le apalea, reprime y la soga al cuello cada vez le aprieta más. Lo dicho: “Tras cornudo, apaleado o sobre cuernos, penitencia”.
El clímax no político…
Rosario Robles no debería estar en el Reclusorio femenil de Santa Martha Acatitla y no debería estarlo por la sencilla razón de que el delito de ejercicio indebido del servicio público, del que acusa la Fiscalía General de la República no es grave y no amerita prisión preventiva oficiosa, y entonces el juez estaría haciendo razonamientos o usos que no están apegados a Derecho, viciados o sin fundamento alguno.
Si Rosario Robles no debería estar en el reclusorio, entonces a las claras se ve que al gobierno de la 4T de López Obrador le conviene hacer sentir su poder y torcer la Ley para que Robles quede exhibida como una “delincuente” y con eso lanzar un mensaje a otros políticos entre los que está en primerísimo lugar el ex mandatario Enrique Peña Nieto; además, estaríamos hablando de percusión política mostrando que el partido que hoy gobierna usará todos los recursos para golpear y debilitar a quien considera su oponente político. Pero la película de terror va a continuar y a quien sí no podrá detener es al pueblo inconforme, que organizado y educado le tendrá que hacer frente al gobierno de la Cuarta Transformación, le guste o no al señor Presidente. Por el momento, querido lector, es todo.