María Esther Beltrán Martínez Fotos: Cortesía Teatro Cervantes
Andalucía, España.- La actriz Carmen Machi roba escena en Cronología de las bestias, comedia negra donde el tema principal es la mentira. Lautaro Perotti es el responsable de la dirección y es el escritor. Una obra que entretiene y no deja distracción alguna. Se presenta en diversas ciudades de España obteniendo la ovación del público por varios minutos.
“Cronología de las bestias nace de la necesidad de indagar hasta dónde es capaz el ser humano de mentir, de mentirse. Y de la sospecha de que una mentira fundacional, requiere de un gran tejido de otros (pequeños o grandes) engaños y auto convencimientos indispensables para sostenerla. Y de que rápidamente se puede ir la vida en ello. En definitiva me inquietaba averiguar hasta dónde puede llegar el ser humano en su compromiso con la mentira. Así nace la necesidad de esta comedia negra de suspense”, explica el director en el programa de mano.
Por más de una hora Perotti mantiene una línea importante de suspenso y en unos minutos nos explica lo que realmente sucede en una magnifica dirección de escena. El escenario es el interior de una casa de campo donde se teje un alcance de la mentira en el núcleo familiar, en la “construcción del entretejido de engaños y falsedades y el indispensable compromiso para sostenerlo”.
El elenco está encabezado por: Carmen Machi, Pilar Castro, Santi Marín, Patrick Criado y Álvaro Lavín para esta “cronología del dolor” que se despliega en una casa en el campo, en el marco de una familia que esconde un drama durante años de silencio, oscuridad y embustes.
La historia nos lleva a una familia destrozada debido la desaparición de su hijo hace más de diez años, que debe enfrentarse a sus propias oscuridades ante su repentino regreso. Un reencuentro inesperado que los obliga a defenderse, hasta las últimas consecuencias. Van a descubrir que la mentira requiere de mucho compromiso.
Una familia incapacitada de soportar el dolor que les causa lo que les pasó, lo que hicieron y lo que no pudieron hacer, decide evadir la realidad mintiéndose y engañándose. Con palabras, acciones, recuerdos. Va a descubrir hasta dónde llega su compromiso para evadir la dolorosa verdad.
Es una manera de ver el dolor que puede tener una madre de perder asu hijo y la impotencia ante la mentira que deja al público boquiabierto al descubrir la verdad.
“Una crónica que, de alguna manera, incomode al espectador sacándolo de ideas preconcebidas y suposiciones sobre los acontecimientos narrados, aprovechando idas y vueltas en su cronología y mostrándole distintas miradas sobre los mismos, convenciéndolo sobre la verdad de relaciones de madres e hijos que a medida que avanza la historia son imposibles de seguir sosteniendo, pero que cuenta con personajes capaces de seguir adelante obstinadamente, que mienten y se mienten y así construyen un mundo, su mundo, hasta el punto de no saber ellos mismos, cuál es la verdad .
El público ve a seres con códigos para sobrevivir a lo inimaginable y que prefieren (o les conviene) no conocer, y mucho menos mirar así atrás, y que se aprovechan de este entretejido para provecho personal. En fin, ahondar en historias y personas que construyeron su identidad a partir del engaño y dependen desesperadamente de él, para sostener su existencia”, indica Perotti.
Una obra que deja pensando al público y deja muchas interrogantes sobre el poder de la mentira y hasta donde puede ser usada.