Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro” de Radio Expresión México, que conduce Manuel Aparicio.
“Sí, yo lo nombre, yo lo propuse…” palabras de Claudia Sheinbaum con las que asumía la responsabilidad total, sobre el nombramiento de Hugo López-Gatell como representante de México ante la Organización Mundial de la Salud.
Bueno, se trata de decisiones de la llamada Cuarta Transformación que serán recordadas por mucho tiempo, no debemos olvidar que el fundador de la 4T, Andrés Manuel López Obrador a finales de 2024, le otorgó el Premio Carlos Montemayor por su “compromiso con el cambio social”, no obstante que en redes sociales y entre la oposición, ya era apodado como “el Dr. Muerte”, en alusión a las consecuencias de su gestión durante la pandemia de Covid-19.
A veces quisiera entender cómo y por qué toman este tipo de decisiones los políticos, porque la designación de Hugo López-Gatell como representante de México ante la Organización Mundial de la Salud, ha generado una ola de críticas y rechazo por parte de la oposición, colectivos ciudadanos y víctimas de la pandemia. ¿Será para distraer la atención de los verdaderos problemas que los mexicanos padecen? En fin.
Durante su gestión como subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, López-Gatell fue protagonista de decisiones altamente cuestionadas, errores de cálculo, declaraciones minimizantes y omisiones que, según críticos, contribuyeron al elevado número de muertes en México.
López-Gatell es recordado por los mexicanos no por su congruencia y capacidad, que estuvo lejos de demostrar, se le recuerda por sus ocurrencias y declaraciones fuera de la realidad que vivieron los mexicanos frente a la pandemia.
No se olvida cuando López-Gatell aseguró que el escenario “más catastrófico” en México por el COVID-19 contemplaba hasta 60 mil muertes, cuando al corte de 2023, más de 330 mil personas habían fallecido oficialmente por la enfermedad, y estimaciones de la OMS elevan la cifra por exceso de mortalidad a más de 600 mil.
Además, aseguró que el pico máximo de contagios llegaría entre el 6 y el 10 de mayo de 2020, pero fue rebasado por múltiples olas de contagios. Los datos que daba López-Gatell y las decisiones basadas en proyecciones erradas minaron la confianza de la población y expertos en salud pública; López-Gatell también fue duramente criticado por minimizar el uso del cubrebocas, afirmó que este no protegía de forma individual contra el contagio, en contradicción con las recomendaciones de organismos internacionales.
Algunas de sus frases más controvertidas incluyen: “No representa una amenaza ni en términos sanitarios, ni sociales o económicos”, esto fuye en marzo 2020; “El cubrebocas tiene una nula utilidad”, en abril de 2020 y la frase que causó la risa de conocedores fue cunado refiriéndose al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador afirmo: “La fuerza del presidente no es una fuerza de contagio,” porque aseguró que la fuerza del presidente era moral. Esto fue en marzo de 2020. Aunque el presidente se contagió varias veces no obstante la fuerza moral de la que hablaba López-Gatell.
Sin embargo, todo parece indicar que López-Gatell no será el representante oficial de México ante la OMS, más bien será parte de la representación de México ante ese organismo, porque la titular es la embajadora de la misión ante organismos internacionales en Ginebra, Francisca Méndez.
Desde 1950, la Misión Permanente de México en Ginebra representa al Estado mexicano ante diversas agencias del sistema de Naciones Unidas y organismos internacionales con sede en la ciudad suiza. Se trata de la Organización Mundial de la Salud, la Organización Internacional del Trabajo o la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados, por ejemplo. En total son 36 organismos internacionales y para todos, la representante es la embajadora Méndez.
¿Será el nombramiento de López-Gatell como fueron sus ocurrencias? Un cargo inexistente.
En fin, en la Cuarta Transformación todo es posible.