Por: Sócrates A. Campos Lemus
Hace muchos años, algún amigo me invitò al restaurante Winston Churchill, era impactante después de salir de Lecumberri y retornara a México después de un tiempo de exilio en Chile, llegar a un lugar que no imaginaba, pomposo y sabroso, con una carta impresionante que no había conocido y que impactaba por su variedad y los precios, mi amigo, Juan Ibarrola era un gran conocedor de cocinas y buenos platos y se daba cuenta de que pedía lo que menos precio tenía y me dijo: “Sócrates, pide, te ayudo a elegir, no te preocupes, yo voy a invitar” y pues la sangre volvió para darme tranquilidad y disfrutar los alimentos con tan grata compañía. Hoy, las nostalgias de viejos, nos enteramos que cierra definitivamente sus puertas, y bueno, así van los cambios en los nuevos tiempos.
Ahora nos damos cuenta que un pequeño virus ha sido capaz de encerrarnos y poner en duda la capacidad de políticos y gobiernos para resolver la crisis de salud y los efectos en la economía, nadie sabe cómo hacerle, hay muchas improvisaciones que pretenden buscar soluciones y nada. Hay dirigentes que saben que el enfoque tendrá que cambiar y ajustarse primeramente en salvar vidas, empleos y economía, algunos no saben si en verdad lo mejor es apoyar a los de abajo y exigen apoyos a los del medio y arriba sin darse cuenta de que si esto se realiza, los efectos de descontrol e irritación en los miembros del infeliciaje nacional pueden llegar a las movilizaciones, las rebeliones y la violencia y el esquema usado en México es bueno para calmar los conflictos que nos llevarían a perder la paz social.
Pero la realidad nos golpea, se han dado fechas como si fueran adivinos y calculistas matemáticos que al final fallan porque no falta el menso o desesperado que no respete las normas y ya contaminado contamine a más y el ciclo se repite, ahora el presidente nos lleva a pensar de que las cosas no están tan bien y positivas como se esperaba y habla de que nos debemos preparar para no endeudamos y tendríamos que ahorrar en lo personal porque los efectos económicos y de salud del problema se pueden alargar y promete, sabiendo que cumplirá, nuevos apoyos para incentivar el consumo nacional y tratar de generar un impulso a los centros de trabajo, pero éstos siguen cerrados y así los recurso solamente se dispersan a los consumos y los únicos que ganan son los especuladores, los hambreadores y los centros comerciales que incluso impulsan, como los de Soriana, a uno de sus empresarios e inversionistas a encabezar la lucha en contra de la política de AMLO y bueno se van generando acciones de descontrol y de mala información porque al final, también dicen que los inversionistas mayoritarios lo toman a loco y lo tratan de eliminar como inversionista minoritario, pues que se puede creer cuando se nota este tipo de acciones, pues que hay acuerdos raros entre la clase empresarial para continuar ganando y no confrontando, total, se puede estirar la liga hasta que ya no exista resistencia y se rompa.
Cuando vemos lo que está sucediendo entendernos que en verdad en el mundo y en México nos enfocamos mal en entender los esquemas de la seguridad y se fortalecieron, por años, los grupos militares y se redujeron financiamientos a los grupos de investigación, a los medios de atención en la salud, en el personal que es el nuevo ejército que sin armas ni equipos ni apoyos es el que enfrenta al nuevo mal y esto nos obligará a cambiar los esquemas de educación y de prevención, y cuando esto sucede, entran los enormes intereses de los grupos empresariales que controlan los centros hospitalarios en forma de monopolios y las empresas de equipos y medicamentos que son los grandes financieros en los centros políticos y se generará una intensa lucha de visiones entre los “intelectuales”, los apoyados por esas empresas y los que en verdad tienen una visión social, y ahí comenzarán a generarse conflictos y problemas que pueden estallar en un serio y profundo movimiento donde intervenga la acción de la política o la política en el poder para garantizar el cambio o lo que se piense del mismo.
Por lo pronto no se ha resuelto la corrupción en el sector salud y no hablamos solamente de los casos como el escándalo Bartlett y Jorge, El coco, Castillo, ni los enormes boquetes del saqueo y las corruptelas que algunos “financieros”, como el Coco, Castillo, han dejado con su mafia en el sector y los millones que se han robado, no hay castigos ni acciones de control y ellos siguen operando, porque tuvieron visión política para operar con los mismos recursos financieros robados para apoyar a los grupos políticos y tribus que están en el poder, y pues, si hay escándalos pero no justicia ni acción para dar el ejemplo, y así, muchos pensamos que todo sigue cambiando para quedar igual, por ello, no nos podremos explicar sino es por las relaciones que existen entre el poder político con el económico ,como se hace el verdadero juego por el poder y en el poder…
Hay dos concepciones de la guerra; la militar y la del desarrollo del conocimiento, lo soldados armados y los trabajadores de la salud y el desarrollo de la cultura, el conocimiento armados con preparación e investigación, y si hay esos dos conceptos tendremos que optar por uno para mejorar nuestra sociedad, garantizar la vida por medio de la salud y fortalecer los empleos para dar certeza al nivel y calidad de vida de los mexicanos, y tampoco se puede eliminar al ejército armado porque se tiene que garantizar la seguridad perdida en muchos lados que ahora es controlada por las verdaderas mafias del poder y que siguen operando y generando una lucha real para controlar territorios y centros de control político y administrativo, para incrustarse con muchos recursos financieros en la lucha política por el poder, así que tendremos que estar alertas y pensar, no con el estómago y el ego, sino, con la razón y el corazón… a lo mejor por ello los cambios en la militarización del país en su nuevo enfoque en la lucha contra la delincuencia organizada… (Fotografía Aristegui Noticias)