Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro” de Radio Expresión México, que conduce Manuel Aparicio.
Nadie puede negar que Porfirio Muñoz Ledo conoce las entrañas del poder político.
Por lo mismo, la acusación que hizo, en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador, en la CEPPPAL, no debería ser motivo de otra cosa que la de presentar pruebas, así lo dicen la mayoría de quienes han comentado el hecho, sin embargo lo que dijo Porfirio Muñoz Ledo, es una percepción muy generalizada en el medio político mexicano.
“El presidente –dijo Porfirio– va a terminar su periodo de gobierno. La pista ya se le está acabando. Él piensa que puede heredar el próximo gobierno su asociación con los delincuentes y que eso le otorga mayor poder, porque además de tener autoridad, recursos del gobierno federal, esto se suman a los de narcotráfico, entonces que no hay nada que se le pueda oponer, a esto llamamos en México el maximato”.
Luego Muñoz Ledo, como una recomendación y un velado consejo al presidente dijo: “Debe entender Andrés Manuel López Obrador que su contubernio o alianza con el narco no es heredable. Porque en esos momentos siempre y en todas partes, en todas plazas políticas, se entienden con el que va a llegar, ya no va a necesitar el narco del presidente”.
Si tiene o no tiene pruebas Porfirio, lo que a muchos mexicanos ha llevado a la percepción de lo que dijo Muñoz Ledo, es aquél saludo a la mamá de Joaquín Guzmán Loera, “el Chapo”; cuando el mismo presidente reconoció que él ordenó que liberarán a Ovidio Guzmán, hijo de el Chapo; cuando él mismo dice, que la mejor forma de atener la violencia es atendiendo las causas; abrazos, no balazos; cuando en redes sociales se viralizan hechos en los que elementos de la Armada de México, son maltratados por bandas del crimen organizado y muchos otros hechos y dichos.
Consideró Porfirio que México vive una “intervención despiadada” del narcotráfico en México y ese “monstruoso conflicto de intereses, el que la autoridad y el crimen se sienten, es el fin de cualquier moral pública y de cualquier gobierno legítimo”.
El presidente por su parte achaco las palabras de Porfirio su edad y dijo: “Es realmente muy corriente, muy vulgar todo esto, lo lamento porque el licenciado Muñoz Ledo me conoce muy bien y se atreve a sostener que el gobierno tiene vínculos con el narco, es un juicio sin fundamento, temerario”.
Respecto a la mención que el presidente hizo a la edad de Porfirio, éste escribió en su cuenta de Twitter: “El presidente López Obrador me descalifica políticamente por mi edad ¿En dónde quedo su respeto a los adultos mayores? Se afirma en cambio que él padece envejecimiento cerebral. Qué pruebe lo contrario”.
Será que precisamente por ese conocimiento que dice el presidente tiene Porfirio de su persona, por lo que dijo lo que dijo.
En la realidad lo que políticamente se ve en México en el medio político es un cochinero, donde todos acusan sin pruebas, el mismo presidente ha acusado a sus enemigos de neoliberales, de enemigos de su proyecto de transformación, de tener fortunas que no existen, de estar en contubernio con los enemigos de la 4T, de traidores a la patria… “Llamar a alguien traidor a la patria es una acusación muy grave, es el señalamiento de un delito y cuando es falso, es una calumnia inaceptable.
Pero esa acusación está de moda, los políticos actuales la pusieron de moda.
Lo único que le queda a los mexicanos es esperar el siguiente episodio de esta narco-novela, que es la política en México.