Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa “Hablando Claro de Radio Expresión México que conduce Manuel Aparicio-
Un gran consumidor del aguacate mexicano es sin duda Estados Unidos, principalmente en estas fechas en que se lleva a cabo el Super Bowl, el aguacate con totopos es la botana por excelencia de los aficionados al futbol americano, 135 mil toneladas de aguacate fue una de las primeras compras que se hicieron, con valor de 356 millones de dólares, para atender la demanda de aguacate en estos días de Super Bowl.
En México el estado productor de aguacate es Michoacán, lugar hasta donde llegan oficiales de la Inspección Sanitaria de Plantas y Animales del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, para inspeccionar la calidad del producto.
El que se hable nuevamente de cómo el crimen organizado se ha apoderado de los plantíos de limón y aguacate en Michoacán no es nada novedoso, pues bien, en días pasados se suspendió el envío temporal de aguacate, luego de que uno de sus oficiales que inspeccionaba en producto en Uruapan, recibió una serie de amenazas en su teléfono celular oficial.
Las autoridades de los estados Unidos ya evalúan la amenaza que recibió su enviado, sin embargo, por el momento se suspendieron los envíos de aguacate.
El crimen organizado tiene presencia clara en muchos estados de la república mexicana, sin embargo el gobierno mexicano muy poco ha hecho, para contrarrestar las acciones de los delincuentes.
Es evidente que la política de abrazos, no balazos que implementó el actual gobierno federal ha resultado un fracaso, tampoco ha funcionado la petición que se ha hecho a las madres de familia, de que le llamen la atención a sus hijos para que no se integren a la delincuencia y bueno, los programas sociales que se implementaron para que los jóvenes no se integren a las filas de la delincuencia, no hay registro de su efectividad.
(Imagen CGNoticias)
El gobierno mexicano tiene la obligación de salvaguardar la vida del oficial que recibió amenazas, pero además, de intervenir en cuanto a las actividades delincuenciales, en los campos de aguacate y limón del Estado de Michoacán, donde se conoce desde hace varios años, de cómo los agricultores han defendido, con su vida en muchos caso, las plantaciones que tienen origen familiar.
Ante lo anterior el Super Bowl, en esta ocasión, quizá, no tuvo el suficiente aguacate a causa del crimen organizado que se apodera paulatinamente, no solamente de Michoacán, sino de todo México, ante la indiferencia del gobierno mexicano.