Miguel Ángel Casique Olivos
179 mil homicidios: “la paz” de AMLO
Después de que el pasado martes 13 de febrero la empresa financiera Citibanamex aseguró que “el riesgo de que el crimen organizado intervenga en las elecciones de junio próximo es alto…” y de que México se mantenga “como uno de los países más vulnerables por el crimen organizado en el mundo”, el Presidente la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) “descartó” este conflicto y agregó que tal versión pertenece a una de tantas mentiras gestadas por sus enemigos; y afirmó que hay paz en México.
Tanto usted como yo nos preguntaremos: ¿cómo puede haber un Presidente que declare tantas mentiras, se las crea y que aun las dicte como oraciones de rosario para que el resto de los mexicanos las reproduzca? ¿Cómo puede existir un Presidente que, en lugar de gobernar, se dedique a polarizar a la sociedad? ¿Qué pasará si México sigue por esa ruta, en la que la máxima autoridad del Estado ha difundido más de 100 mil mentiras en lo que va del sexenio para ocultar la realidad?
La respuesta a la tercera pregunta puede no tener una respuesta compartida por todos, pero muchos de los ciudadanos, hartos de tantas injusticias y atropellos, se van a cansar; y más temprano que tarde el propio AMLO, su “corcholata” Claudia Sheinbaum y los otros gobernantes y dirigentes de Morena recibirán el mismo castigo que expulsó al priismo en 2018.Por ahora, todo parece indicar que Morena podrá sentarse otra vez en la silla presidencial; pero de acuerdo con analistas de la política nacional e internacional, en el próximo sexenio se borrará la huella de AMLO.
Actualmente, los datos que se refieren a la inseguridad pública que generan las organizaciones del crimen organizado, demuestran que AMLO obedece a las presiones del extranjero para no afectar en lo mínimo sus intereses, porque lo apoyaron para que llegara al poder.
En el análisis Elecciones 2024: los riesgos de la violencia político electoral, la financiera Citibanamex sostiene que, como en 2011 y 2015, la supuesta reducción en la incidencia de homicidios no se debió a que el Gobierno Federal haya activado una estrategia de seguridad eficiente, sino que la presión de los grupos delictivos era menor.
“Por ello, ahora, la mayor presencia de éstos y la audacia con la que las organizaciones criminales operan, han incrementado su presencia y la impunidad”. El informe destaca que a partir de 2018, año en que AMLO inició su administración, las agresiones y los asesinatos contra los políticos aumentaron alarmantemente, tanto que las autoridades electorales se preocupan por el riesgo de violencia contra los candidatos y, sobre todo, de que impidan el ejercicio libre y pacífico del voto ciudadano.
El análisis de la financiera Citibanamex reveló que el Estado mexicano se muestra débil ante el crimen organizado porque ha puesto al país en el tercer lugar de los más vulnerables; pues, como advertimos en nuestra columna anterior: sus organizaciones están jugando también en las elecciones.
El proceso electoral ya comenzó; y se le considera histórico por el número de puestos públicos en disputa; y aún no inician oficialmente las campañas de proselitismo (será hasta el 1° de marzo), hasta ahora han sido asesinados 16 políticos y ciudadanos que pretendían contender por un cargo público para los tres niveles de gobierno.
Entre los fallecidos hay precandidatos morenistas, panistas, de los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y Revolucionario Institucional (PRI), y todas las víctimas enfrentaron intimidaciones y amenazas con el propósito evidente de que los victimarios se reivindiquen como los “grandes electores” el próximo dos de junio.
Este año saldrá manchado de rojo; pero no será el único; según los registros de la consultora privada Etellekt, en las elecciones intermedias de 2021 fueron asesinados 102 políticos, de los cuales 36 eran candidatos a algún puesto público. La mayoría de estos crímenes siguen impunes y el más cruel fue el de Alma Rosa Barragán, candidata de Movimiento Ciudadano ejecutada el 25 de mayo en pleno mitin y frente a sus familiares y amigos.
El Presidente carga ya sobre sus espaldas con 179 mil 185 homicidios, cifra que equivale a un asesinato cada 15 minutos y 95 diarios. En ninguno de los últimos cinco sexenios hubo tantos decesos. Esto no es paz, esto no es un juego. Son pérdidas de vidas porque el crimen organizado está solapado por el gobierno; y AMLO y su “Cuarta Transformación” no tuvo nunca un programa de seguridad efectivo para cuidar y salvaguardar la vida de los mexicanos. Su política de “abrazos no balazos” quedará en la historia llena de sangre. Por el momento, querido lector, es todo.