Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa “Hablando claro” de abc Radio que conduce Manuel Aparicio
Los políticos de la administración que encabezó Enrique Peña Nieto y los actuales, no han entendido el culto a la muerte que representa en la tradición de los mexicanos, estamos a poco más de un mes de celebrar una festividad que tiene reconocimiento internacional, El día de muertos.
Si los políticos de la administración pasada y los de la actual que encabeza Andrés Manuel López Obrador, hubieran entendido la importancia de esta tradición que lleva a millones de familias a los cementerios, a recordar a sus fieles difuntos, quizá no tuvieran padeciendo el permanente peregrinar de las familias de los 43 estudiantes de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, donde los estudiantes son principalmente hijos de familias pobres de La Montaña, la Costa Chica y el centro del estado de Guerrero.
Escuché con atención la perorata que el actual gobierno dio el sábado pasado a los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, me pareció indignante la participación de Alejandro Gertz Manero hablar de lo que se robó Tomás Cerón de Lucio y también, la declaración en el sentido de que hay ordenes de aprehensión en contra de militares. En lo personal el mensaje me pareció decepcionante cuando fue una promesa del actual presidente, el de encontrar a los culpables del caso y dar una respuesta sobre el paradero de los estudiantes.
(Fotografía Eneratever)
Si el actual gobierno cree que con nuevas promesas va a tranquilizar a las familias de los 43, se está equivocando; el diario Reforma del pasado domingo publicó una entrevista a doña Bertha Nava de Ramírez, madre de Julio César Ramírez, uno de los 43 normalistas desaparecidos, ella dijo respecto al mensaje del actual gobierno que era la misma porquería que el de Enrique PeñaNieto; en la entrevista doña Bertha recordó que la primera vez que el presidente López obrador habló con ellos, les dijo lo mismo que Enrique Peña Nieto, de que se iba a actuar hasta las últimas consecuencias; doña Bertha no cree en la investigación que del caso está llevando a cabo la Fiscalía General de la República, la que calificó de cortinas de humo para ocultar la verdad y dijo, que la reunión del pasado sábado, fue nada más para tomarse la foto, refiriéndose a los funcionarios.
Seis años han pasado, seis años en que la “verdad histórica” sigue prevaleciendo, seis años de promesas incumplidas, seis años en los que Alejandro Gertz Manero se entera de que Tomás Cerón de Lucio se robo mil millones de pesos para encubrir pruebas; a seis años las familias de los 43 estudiantes, solamente se llevan la promesa de procesar a militares.
La insensibilidad de los hombres y mujeres del poder político no han entendido la importancia que tiene un familiar muerto, sí a todas esas familias les hubieran entregado a su muerto en aquél momento, le hubieran llorado, lo hubieran velado, lo hubieran sepultado y cada año, el día primero y dos de noviembre, respetando el ritual de la legendaria tradición, visitarían a su muerto, le llevarían a la tumba flores y la comida que a ese ser que ya se fue, la comida y bebida que en vida le gustaba.
En las esferas de gobierno no lo entienden, no lo han entendido y seguramente nunca lo entenderán, muchos de los funcionarios saldrán de la administración, vendrán otras administraciones igual de insensibles, y las familias de los 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos, seguirán en su peregrinar buscando el cuerpo del hijo que un día salió de la casa y ya no regresó.