· La administración del tabasqueño está marcada por el derroche, la mala administración y corrupción a caudales; se le desinfla el poder presidencial, y dejará a México en bancarrota
· Además, disimula el tráfico de influencias y enriquecimiento desmedido de sus “adorables hijitos” Ramón y Andy, el acaudalador
· Lo que fue “una imagen positiva” de Andrés Manuel, llegará a su fin yéndose al bote de la historia, directito a su rancho La Chingada
Blas A. Buendía
La sucesión adelantada con dados cargados marca el declive de un gobierno fallido, con miles de muertos por la delincuencia organizada (8,589 homicidios violentos) y aproximadamente 800 mil originados por la pandemia de coronavirus mal atendida debido a la falta de medicamentos, por la estulticia genocida de Hugo López Gatell —“El Doctor Muerte de la 4T—”, así por la gran torpeza de destruir el sistema de salud, sumándose a la dictadura de Andrés Manuel López Obrador para pulverizar todo el aparato institucional de la Nación.
…La debacle presidencial se refleja en el rencor acumulado a lo largo de sus años como adolescente; desde el rechazo paterno por el fratricidio en contra de su hermano dos años menor —de nombre José Ramón, ultimado de un disparo en la cara—.
…La acogida “desinteresada” por el insigne poeta Carlos Pellicer Cámara, que le dio cálido albergue luego que fue echado del domicilio paterno por transformarse como el Caín de Macuspana; y
…Por su larga estancia en las aulas universitarias para obtener su título de “licenciado”, tras casi 15 años de ser un fósil de la UNAM. Su historial académico muestra que tuvo un promedio de 7.54, así como siete materias sin aprobar de las 35 que conformaban el plan de estudios en 1973.
El rencor acumulado por sus muchos años de agitador, de promotor de marchas y plantones, de chantajes y bloqueos de pozos petroleros, y la mascarada de autonombrarse “presidente legítimo” de México, en un evento carnavalesco programado en la Plaza de la Constitución, deja un testimonio y sello de un Jaker consuetudinario.
Todos estos hechos consumados, ha obligado al tabasqueño a verter su antipatía en contra de quienes le contradicen en sus caprichos, sin importar que perjudiquen la buena marcha del país.
A unos meses de que concluya la presente pesadilla sexenal, Andrés Manuel se muestra más agresivo, más vulgar, más corriente; con su conducta, irremediablemente ha deteriorado la investidura presidencial. Su polisemia es patética porque no tiene ni pies ni cabeza. Solo en los oscuros laberintos de su cerebro, hace conjeturas enfermizas sin razonamiento o de ilación alguna.
El Peje Lagarto se niega a aceptar que su tiempo se acabó; rechaza renunciar al gran poder que ha atesorado; no desea perder los miles de millones de pesos que ha derrochado en sus sandeces, caprichos y correncias, es decir, su turbación del ánimo por una acción deshonrosa.
AMLO, el célebre Peje Lagarto, trata ahora de olvidar su gran etapa de agitador, de compensar lo que la vida le negó en su adolescencia, donde su existencia de carencia le llenó la vida de tirria y aversión.
Tiene en lo más recóndito de su mente sus momentos de crápula, sus relaciones impropias con el convicto Aquiles Magaña García; con Francisco Goitia, ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos en Tabasco, y con otros personajes que aún están en el servicio público tabasqueño.
Durante su administración al frente de la Presidencia de la República, el Peje Lagarto ha demostrado su falta de capacidad para gobernar este gran país que es México, además ha dilapidado miles de millones de millones de pesos y dólares en sus ocurrencias (por no decir estupideces) como son el aeropuerto militar Felipe Ángeles donde ni siquiera vuelan las moscas; la “refinería” Dos Bocas, que no refinada nada pero que es un riesgo para la salud de la sociedad; y no se diga el tren Maya, en la península de Yucatán, que solo ha servido para destruir la selva, un ecocidio practicado por un autócrata, abortado por el fenómeno de la kakistocracia, una boñiga en pocas palabras.
Se estima que los recursos del erario destinados en esas obras “emblemáticas” superan varios miles de millones de pesos.
El tiempo no se detiene, y el tiempo del Peje Lagarto —que para millones, se trata de un Peje Rata—, se acaba. La campaña presidencial adelantada de los aspirantes a ocupar la candidatura por la alianza de los partidos Morena, Verde y del Trabajo, tendrá sin duda que seleccionar a su sucesor. La cargada se inclinará hacia el ungido, y el ocaso de tabasqueño se eclipsará de golpe.
Quien tiene por el momento la preferencia del zafio tabasqueño se inclina a favor de la “científica” Claudia Sheimbaun Pardo, con un parentesco pirata con el presidente ya que fue pareja sentimental de Andresito, de cuya relación nació un escuincle, a pesar de haber sido la pareja “cornuda” de Carlos Imaz Gispert, otro de los beneficiados por la generosidad del argentino Carlos Ahumada, ex amante de Rosario Robles Berlanga.
Otro seleccionado es el también tabasqueño Adán Augusto López Hernández, amigo de la infancia del Peje Lagarto, pero sin el carisma para alcanzar la candidatura, de trato primitivo y todavía con el provincianismo tabasqueño, además no le ayuda su gran parecido a un vampiro de caricatura, como El Abuelo de la Familia Adams.
Sin la malicia, la experiencia y la perversidad de AMLO, el otro López no se ha logrado aclimatar en el cargo de secretario de Gobernación, y ahora mucho menos como presunto precandidato presidencial.
Adán Augusto es una persona inepta para ser el Jefe de la Nación, no ha dejado de ser un Notario sin brillo. Su único mérito es haber sigo amigo de la infancia del todavía presidente, a quien le conoce todos sus pecados, sobre todo los Crímenes Ocultos de López Obrador, cuyo autor de esta obra “incomoda”, es de este reportero free lance.
A su vez, el ahora secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, discípulo aventajado del extinto Víctor Manuel Camacho Solís, frustrado candidato presidencial, en aquel lejano 1974, fecha en que el dedo salinista se orientó por el malogrado Luis Donaldo Colosio Murrieta, comenzó su recorrido en medio de la incertidumbre y las promesas incumplidas del Peje Lagarto.
Ebrard declinó a la candidatura para cederla a Peje Lagarto, toda vez que una de las muchas encuestas, lo favorecieron sobre el tabasqueño. Desde entonces ha estado bajo la protección del Andrés Manuel, pero a regañadientes, Marcelo tiene que soportar la ironía del presidente, acción que lastimosamente le ha cerrado los horizontes de crecimiento a México en el terreno de la globalización.
El cuarto “corcholata” es el senador Ricardo Monreal Ávila, mejor conocido como “El Chapulín de Oro”. Ha militado en varios partidos políticos. Nació en el PRI, brincó al PRD, luego en el PT, así como también en el Movimiento Ciudadano, para acabar su carrera política en Morena.
Desde siempre, Ricardo Monreal ha actuado como un cobarde acomodaticio. Por eso el PRI lo expulsó por ser una auténtica basura, la boñiga de la política de México.
Fue aspirante al gobierno de la ciudad, pero su jefe (el Peje Lagarto) le entregó la oficina del viejo Ayuntamiento a “su nuera a modo”, Claudia Sheinbaum. El zacatecano se conformó con la alcaldía de la Cuauhtémoc para mantener su carrera de enriquecimiento ilícito porque también ha tenido vinculación con el crimen organizado proveniente del narcotráfico. Él dice que “no”, pero sus antagonistas afirman que “sí”, que tiene cola que le pisen.
Durante algunas semanas simuló independencia, pero bastó un llamado de Andrés Manuel para que se alineara; pastoreara a los senadores morenos para aprobar sin quitarle ni una coma a las sosas iniciativas presidenciales, acatar las instrucciones cuan Siervo, que solo bastaron para disciplinar al cacique zacatecano.
En suma, a Ricardo Monreal ya se le fue la candidatura de Morena a la Presidencia y la simulación de político independiente, porque ningún partido lo quiere, lo aprecia y menos que lo admire. En el quehacer político lo consideran un apestado de la oclocracia morenista, desenvuelto de la kakistocracia.
Si fuera poco, el todavía presidente de “todos los mexicanos” tiene que soportar los excesos de dos de sus “adorables hijitos”, José Ramón y Andrés “Andy” Manuel López Beltrán, quien se transformó, bajo la protección de “su papi”, para extorsionar a líderes empresariales y sindicales, iniciando una carrera delictiva sin precedentes. Ambos vástagos han aprovechado al máximo el poder presidencial de “papi” en lo que se refiere al tráfico de influencias y el enriquecimiento desmedido.
Andy y sus amigos han obtenido contratos millonarios en casi todas las dependencias federales; en tanto que el hijo mayor, ha aprovechado el poder de su papá, primero con el uso de la llamada “casa gris” ubicada en Houston, Texas y en fecha reciente en una residencia en la zona privilegiada de la Alcaldía de Coyoacán, presuntamente propiedad de una alta funcionaria del diario oficial del Gobierno Federal, La Jornada, tratándose de la explotadora de periodistas, Carmen Lira.
Ante la corrupción de los dos hijos mayores del presidente, de nada valen las bromas, las injurias, las columnas de humo y las ofensas personales que Andrés Manuel López obrador emite para tratar de desviar la atención de las acciones de corrupción de sus descendientes.
No obstante, en su polinesia no se cansa en fustigar a todo mundo. No mide consecuencias si son graves o son chistosas.
En redes sociales se denuncia: “…A lo que ha llegado AMLO, contratar porros embozados patrocinados por MORENA contra los Ministros de la Suprema Corte. acción que se debe condenar y denunciar enérgicamente porque el lacra mayor de Palacio Nacional, se fotografió con el presunto terrorista hidalguense Armando Monter Jacinto, quien ha dado órdenes por anuencia del Peje Lagarto, para mantener una campaña de amenazas en contra de la Doctora Norma Piña, Ministra Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Monter persigue intimidar y aterrar a los Ministros que no comulguen con la política de López Obrador, cuya finalidad es para que no voten en contra de sus anticonstitucionalidades reformas aprobadas “al vapor”, violando todos los procedimientos por los lacayos y apátridas legisladores de MORENA, PT y Verde.
La sociedad grita “¡Ya basta!”, y hace un enérgico llamado al gangster de Palacio Nacional, en el sentido que ante el constante replicar de metralletas en todo territorio mexicano —donde ya no hay abrazos, sino impunes balazos asesinos—, la Guarda Nacional y la policía de la Ciudad de México —acobardados— incurren en la omisión por su ausencia, con la complicidad de las autoridades.
¡México sigue siendo la vergüenza internacional, porque el “padrino” de Palacio Nacional, se ha transformado en un auténtico “criminal de carrera”, que por igual y en todo momento, se transmutó invariablemente en un activo miembro de las organizaciones criminales que operan con toda arbitrariedad en territorio mexicano!
Tarde o temprano, el reloj de arena tiende acabarse, junto con el histórico poder económico y financiero que López Obrador ha atesorado partiendo con tan solo 200 pesos en su cartera.
¡El poder se le acaba!
¡Se le desinfla el poder presidencial, y dejará a México en bancarrota!
¡De eso no hay ninguna duda!
Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021
