Por: Raymundo Medellín
Mucho se habla de la presidenta electa Claudia Sheinbaum y su relación con el todavía presidente Andrés Manuel López Obrador, pareciera en determinados momentos, que uno habla de lo que quiere y la otra de lo que pretende que sea su gobierno.
Las reformas, principalmente en cuanto a la Suprema Corte, al Instituto Nacional Electoral y en general a los organismos autónomos, son la comidilla en redes sociales, sin gran conocimiento los cibernautas hablan de que México será convertido en Venezuela o en Cuba, donde la forma de gobierno a llevado la población a la pobreza y en algunos casos, a la pobreza extrema.
Creo que a López Obrador no le interesa dejarle a su sucesora Claudia Sheinbaum un país destrozado, en cuanto a su economía y Claudia por su parte, en las declaraciones que hizo después de la comida con el mandatario, deja claro que las reformas van, pero que para el caso de la Suprema Corte se consultará nacionalmente a los involucrados en el caso.
No debemos olvidar que, en muchos casos de la Presidencia de México, los ungidos con el poder rompieron más temprano que tarde con su antecesor, un caso muy significativo fue el de Lázaro Cárdenas con Plutarco Elías Calles; más recientemente el caso de Gustavo Días Ordaz que siempre reconoció, que se había equivocado al designar como su sucesor a Luis Echeverría Álvarez.
Hace unos días les decía a unos compañeros periodistas que hablaban de la “tragedia” que se venía con el gobierno de Claudia Sheinbaum, que los mercados ya dieron su respuesta a la pretensión reformista de López Obrador.
El PRI perteneció, no sé si siga perteneciendo a la Cuarta Internacional, que es la más antigua y la mayor asociación política internacional existente, está integrada por partidos socialistas; pero también hay que entender el tipo de socialismo que podría ser aplicado en México; Francois Mitterrand, en Francia, llevó a cabo el socialismo como una corriente política y económica, que se desarrolló con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora, a través de reformas políticas y económicas. La República Popular China es un Estado socialista, con economía de mercado, dirigido por un único partido, el Partido Comunista Chino, encabezado por el secretario general, que actúa como líder supremo de China y bueno, la caída del Muro marcó el final de la Guerra Fría y anticipó el colapso del mundo soviético. Entre 1990 y 1991, los países que formaban la Unión Soviética comenzaron a independizarse. De esta manera, en diciembre de 1991, la URSS dejó de existir.
Lo que ahora se habla del gobierno de Claudia Sheinbaum son conjeturas, opiniones que los “cibersabios” ven venir, pero que no tienen ningún sustento, en septiembre ni seremos como Venezuela o Cuba, países donde el pueblo se está imponiendo al caciquismo de líderes, que traicionaron a su pueblo y que el poder político lo utilizaron para su escandaloso enriquecimiento; en México tampoco se abolirá la propiedad privada con el cambio de una nueva constitución.
Esperemos lo que viene y como ciudadanos, tomemos las medidas consecuentes porque México no es Venezuela ni Cuba, México es México.