BALÓN CUADRADO
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México.- En la homilía dominical oficiada en la Catedral Metropolitana, en ciudad de México, se pidió por los atletas mexicanos en Tokio. Deseó para ellos “prosperidad, paz y salud”. Luego de la inauguración de los juegos olímpicos, el pasado 23 de julio –que terminarán el 8 de agosto—la representación nacional ha conquistado una presea de bronce en tiro con arco.
La misa de las 12:00 horas estuvo a cargo de Salvador González, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México.
En días pasados, la Iglesia católica mexicana hizo un llamado al gobierno mexicano que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador a impulsar más el deporte en los jóvenes de México, en el contexto de la realización de los Juegos Olímpicos de Tokio, 2020 que iniciaron el pasado 23 de julio.
Argumentó que en lo deportivo “hacen falta más y mejores instalaciones”; becas para que los jóvenes puedan compaginar el deporte con sus estudios, apoyo económico a atletas de alto rendimiento, campañas para promover el deporte, más espacios públicos para practicarlo, entre otras cosas.
A principios del presente año el gobierno federal, con el argumento de corrupción, desapareció 109 fideicomisos. Entre ellos el Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar), que dependía de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, que dirige Ana Guevara.
Al final del actual sexenio, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador –que termina el 1 de diciembre de 2024–, se habrán destinado alrededor de 10 mil millones de pesos en el deporte, beisbol en particular, su pasión, de acuerdo con una investigación de Balón Cuadrado.
A lo largo de su historial de participaciones en juegos olímpicos –que comenzaron en 1896–, con la medalla obtenida el pasado sábado, México tiene 70 preseas. Que contrastan con las 226 de Cuba.
La semana pasada, en su editorial dominical Desde la Fe, la Arquidiócesis de México argumentó que los Juegos Olímpicos pueden ser una oportunidad “de voltear a ver a nuestros jóvenes” y cuestionarles sobre lo que buscan, lo que les preocupa, lo que necesitan, “y trabajemos juntos por ello”.
Afirmó que la sociedad sigue estando en deuda con la juventud mexicana pues “no hemos sabido acompañarlos ni crear las condiciones para hacer realidad los ideales de “más rápido, más alto y más fuerte”, como dicta el lema olímpico.
El fomento al deporte, destacó, es una apuesta por un verdadero desarrollo de la personalidad, “que ayude a proteger a los jóvenes de la violencia, de los vicios que hoy hieren en lo profundo a México”.
Recordó que el lema: Citius, Altius, Fortius (más rápido, más alto y más fuerte) fue creado por el fraile dominico Henri Didon, y este año se le podría añadir la palabra juntos, la cual hace referencia al deseo de unidad mundial cada cuatro años.
Señaló que esta justa deportiva deja de manifiesto que es capaz de hermanar a casi todos los países, culturas, razas y credos religiosos.
Pero también, resaltó, el evento olímpico es “una gran oportunidad” para hacer que el deporte llegue a millones de personas, especialmente, niños, adolescentes y jóvenes, quienes ven a los mejores atletas del mundo como ejemplos positivos de vida.
Además, dijo, las competencias son escenarios inigualables donde conviven valores universales como la paz, el amor, la tolerancia, el respeto, la transparencia, el reconocimiento al esfuerzo ajeno y el sueño de superación personal “en los planos físico y espiritual”.
México participa en los Juegos Olímpicos de Tokio, que se disputan del 23 de julio al 8 de agosto, y está representado por 161 deportistas de diferentes disciplinas.
(Con información del portal Los Ángeles Times y Balón Cuadrado)
