· ¡Bendito huracán Otis!, diría el presidente porque “le cayó como anillo al dedo”, pero ha quedado demostrado que dinero que no es suyo —sino de los mexicanos—, se lo queda para su ilegal peculio
· Ojalá que el Bono Catastrófico que otorga el Banco Mundial a países destrozados por huracanes o terremotos y que asciende a 485 millones de dólares, no se lo robe o lo destine a las campañas de Morena
· Diagnostica la ciencia médica que López Obrador padece de artritis reumatoide, misma que afecta el cerebro, no sólo a las articulaciones
Blas A. Buendía
México y sus desgracias provocadas por la naturaleza, generaron escenas vergonzantes de saqueos a comercios por miles de gentes que viven en Acapulco, lo cual es una muestra que la sociedad se ha degradado, más aún, cuando los funcionarios de la 4T, incurrieron en un cinismo al expresar que “no es robar, es cohesión social”, según la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, ante los axiomáticos pillajes que fueron video-grabados por cientos de personas.
Al muy estilo de los comunistas cleptómanos, se desataron los saqueos y rapiñas que a pesar de estas evidencias, el presidente Andrés Manuel López Obrador, le abonó a la crueldad de sus tres pecados: “No mentir, no engañar y no robar”, como acciones muy peculiares de los nazis megalómanos, sanguinarios y totalitarios.
El Bono Catastrófico lanzado en el 2020 en conjunto con el Banco Mundial para cubrir desastre de este tipo fue emitido por 485 millones de dólares, en cuatro diferentes clases para proveer cobertura contra sismos y ciclones tropicales provenientes tanto del Atlántico como del Pacífico, como:
Sismos Clase A (175 millones de dólares): eventos de mayores magnitudes, baja probabilidad de ocurrencia, pero con mayor impacto económico; cobertura enfocada en zona central del país.
Sismos Clase B (60 millones de dólares): eventos de mayor probabilidad de ocurrencia y menores pérdidas económicas; cobertura enfocada en zona de la costa del Pacífico.
Huracanes Atlántico (125 millones de dólares): cubriendo todas las zonas costeras del Golfo de México y Península de Yucatán.
Huracanes Pacífico (125 millones de dólares): cubriendo todas las zonas costeras del Océano Pacífico y del Golfo de California.
Toda esta información fue confirmada por el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, aunque se desconoce si el monto total será para enfrentar los estragos que dejó este huracán en Acapulco, pues el monto que es de 485 millones de dólares para cubrir riesgos asociados a desastres naturales, el cual vence en marzo del siguiente año. Lo más plausible es que ese capital financiero sea destinado para levantar el paradisiaco puerto de Acapulco.
¡Bendito huracán Otis!, diría el presidente porque “le cayó como anillo al dedo”, pero ha quedado demostrado que “maldito dinero” que no es suyo —sino de los mexicanos—, se lo queda para su ilegal peculio.
Pero ojalá que el Bono Catastrófico que otorga el Banco Mundial a países destrozados por huracanes o terremotos, que asciende a 485 millones de dólares, no se lo robe o lo destine a las campañas de MORENA, porque esa es la tónica del mal y vergonzante gobierno del kakistocrático Andrés Manuel López Obrador.
La completa degradación para el tristemente célebre líder de la 4T, sus aventurillas aún no terminan, y tal vez que los morenistas jamás lo harán, porque como dice el refrán: “Árbol que nace torcido, jamás su tronco se enderezará”.
Eso significa que algo que desde su origen estuvo mal planteado o concebido no podrá desarrollarse ni concluir bien. El refrán se utiliza cuando se cree que una persona no puede cambiar su forma de ser si no ha sido educado o formado “como debe ser” desde que era pequeño. Según una interpretación religiosa, “Dios es el alfarero que endereza lo torcido”, pero al tratarse de los morenistas, su maña de configurarse como cleptómanos, sigue “viento en popa”.
Luego del enésimo fracaso de su reciente gira de (dizque) “trabajo” por tierras del estado de Guerrero que fueron devastadas por el huracán Otis, sobre todo el puerto de Acapulco, quedando totalmente devastado ya que su infraestructura hotelera quedó irreconocible, en redes sociales tundieron al Ejecutivo con críticas muy hirientes al grado de calificarlo de ser un “residente inútil”.
Su arrogancia no baja de los niveles de configurarse como un patán, toda vez que su equipo logístico y sus concejales lo encaminan todos los días a ser presa de la burla popular por no embarrarse de lodo sus cacles; canceló enlodarse sus incómodos zapatos Florsheim, en los fangosos terrenos de Guerrero, externando otra puntada: “Ayudo más desde Palacio Nacional…” (glup)
A sus casi 70 años de edad y el simple hecho que el famoso AMLO ya no se mueva de su escritorio de Palacio Nacional, denota que sufre de artritis reumatoide, de esa inflamación de las articulaciones que duelen, se hinchan y están calientes al tacto. Las articulaciones afectadas pierden movilidad y pueden llegar a deformarse. Se le ha observado que su caminar es encorvado y andar chueco…
Es decir, el caminar de manera encorvada con la cabeza mirando al suelo, y el cuello obviamente inclinado, provoca una marcha inadecuada, cuya faceta se le denomina “marcha festinante”, en tanto que la marcha con las piernas levemente flexionadas a la altura de las caderas y las rodillas, al dar el paso las piernas rosan ya que se hace un movimiento cruzado, se le denomina “marcha en tijeras”.
Un grupo de médicos ortopedistas, quienes pidieron se conservara en el anonimato su identidad para evitar futuras venganzas del inquilino temporal de Palacio Nacional, presentaron a este reportero un listado sobre las enfermedades que van perdiendo flexibilidad en las extremidades inferiores de pacientes.
En este diagnóstico se puede señalar que entre los padecimientos que pudiera presentar en el caminar del señor Andrés Manuel López Obrador, podrían ser:
La marcha rígida y el cuerpo flexionado, con pies en arrastre causados por la rigidez, se le denomina “marcha espástica”.
El caminar chueco se da a causa de la falta de fuerza en la pelvis, se mantienen las piernas abiertas, dando pasos agrandados, se le denomina “marcha balanceante”.
La caída del pie que cuelga con los dedos apuntando hacia abajo y hacia adentro provocando que estos raspen el piso al caminar, provocado por lesiones del nervio, causando dificultad para la extensión del pie, se le llamada “marcha en stepagge”.
Extremidad inferior avanza con el muslo, haciendo un movimiento en guadaña, haciendo perder el balanceo del brazo, se le denomina “marcha hemipléjica”.
Caminar similar a un pato, puede presentarse en la niñez o posteriormente en la vida, se le identifica como “marcha de epato”.
De hecho, las causas que provocan caminar chueco son bastantes, desde una ligera lesión, una fractura, o enfermedades como el Mal de Parkinson, un tumor, o una manía de la infancia puede llevar al paciente a sufrir de todos estos defectos.
Entre otra de las causas de las marchas incorrectas o chuecas son debido a:
Problemas de los pies (como callosidades, callos, uñas encarnadas, verrugas, dolor, úlcera cutánea, hinchazón, espasmos).
Artritis de las articulaciones de las piernas o los pies.
Neurosis histérica (un trastorno psicológico).
Fracturas en piernas, rodillas y tobillos.
Inyecciones intramusculares que causan dolor en la pierna o los glúteos.
Lesiones en los nervios.
Piernas de diferente longitud.
Miositis, Inflamación del tejido muscular debida a una infección.
Pieriostitis tibial (dolor en las espinillas).
Problemas con los zapatos.
Tendinitis, lesión recurrente en articulaciones del tobillo.
Intoxicación con monóxido de carbono.
Intoxicación con manganeso.
Mal de Parkinson.
Torsión testicular, ocurre después de una lesión al escroto que provoca mucha hinchazón o después del ejercicio pesado.
Tumor cerebral.
Accidente cerebrovascular.
Parálisis cerebral.
Hidrocefalia (hinchazón del cerebro), entre otros defectos físicos.
La interpretación de la ciencia médica, el “bendito” huracán Otis vino a encuerar que López Obrador, al manifestar que “ayudo más desde Palacio Nacional…”, solo demuestra dos aspectos fundamentales: el tobogán de popularidad ante el pueblo sabio que ya no se traga ninguna mentira más del fratricida confeso de Macuspana; o, de plano, padece hasta de una artritis cerebral irreversible que lo tiene más en la línea de la locura por tanto poder que acumuló, pero nunca dejó de ser un “presidente inútil”.
¡Todo a su debido tiempo!
Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021
