Por: Vladimir Galeana Solórzano
Pareciera que el Presidente de la Republica se siente muy cómodo en su Palacio Nacional, que otrora fue de todos los mexicanos. Sin lugar a dudas Andrés Manuel López Obrador ha sido el peor mandatario que ha tenido este país, porque tuvimos a Victoriano Huerta, a Antonio Severino de Padua López de Santa Anna, quien tuvo la desgracia de venderle una parte de nuestro territorio a Estados Unidos, pero este sujeto le ha vendido el alma de los mexicanos al populismo.
Como siempre quienes no estamos de acuerdo con el, tenemos por epíteto ser conservadores, aunque en los personal siempre he creído que él es un Sátrapa que ha venido a destruir ese país que nosotros los mexicanos hemos construido durante mucho tiempo y con mucho esfuerzo colectivo. Ahora se martirizó señalando que “los conservadores buscan prohibir la mañanera por ser intolerantes, pero no van a poder”.
Si algo tengo que decirle al inquilino de Palacio es que por principio de cuentas es un ignorante, hipócrita y estúpido, porque nadie que haya estado haciendo durante quince años una carrera puede vanagloriarse de ser mejor que los demás. ¿Que es un conservador? Una persona que es partidaria de mantener los valores políticos, sociales y morales tradicionales y se opone a reformas o cambios radicales en la sociedad.
Hablar de cambios de sexo y de homosexualidad en los libros de texto gratuitos para que los niños elijan que quieren ser, no es otra cosa que una perversión, y eso quiere decir que Andrés Manuel López Obrador es un pervertido, y que su familia más cercana son unos ladrones redomados que han asaltado a este país para llevarse una considerable riqueza a Houston y a las bóvedas que tienen en Dubái.
Creo que todos los mexicanos tienen derechos a elegir lo que les convenga en un régimen de libertades como el nuestro, pero de ahí a buscar que los menores de edad puedan elegir ser hombre o mujer es una idea estúpida que solamente puede salir de su cabeza y de las ansias locas de sus asesores extranjeros que ahora pretenden imponer credos ensayados en los regímenes populistas, que se vayan al carajo ese par de idiotas.
En lugar de andar solapando su escondida homosexualidad, tanto el Presidente, como Marx Arriaga, métanse por donde les quepa toda su parafernalia sexual y sus libinidosos desvaríos ideológicos que nada tienen que ver con los mexicanos. Cuando termine el régimen de este loco, como le decía el “Bronco”, tendré el tremendo gusto de tildarlo de invertido sexual a la vez que señalarle que ha sido el peor asesino de los niños con Cáncer. Y ojalá lo refundan en la cárcel que es lo que merece. Así de simple mi deseo. Al tiempo. (Fotografía principal Animal Político)
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.
