Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro” de abc Radio que conduce Manuel Aparicio.
Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del gobierno mexicano, es una muestra palpable de la estulticia que padece el actual gobierno desde la más alta investidura, porque acusar a las personas que se han manifestado contra el desabasto de medicamentos oncológicos, de fabricar mentiras y sostener una agenda oculta para promover un golpe de Estado, solamente podría atribuirse a la estulticia personificada en un individuo como López-Gatell, pero además, asegura que es falsa la supuesta escasez y que, en total, no suman más de 20 los individuos que siempre aparecen protestando.
El más elemental sentido común indica que si bien son tan pocas personas las afectadas por la falta de medicamentos, pues que se los surtan y se acabó; así seguramente López-Gatell no estaría quemándose el seso en pensar en un golpe de estado para un gobierno que no ha sido capaz de dar a sus gobernados los más elementales servicios de salud.
Y no ha sido capaz el gobierno de dar servicio de salud a la población, porque el llamado Instituto de Salud para el Bienestar, el llamado Insabi, ha resultado un fracaso; cuando existía el Seguro Popular había atención médica y medicamentos, en la actualidad hay deficiente servicio médico y no hay medicamentos para padecimientos crónicos como la hipertensión y la diabetes, entre otros padecimientos del mexicano.
Algunos estados de la república mexicana como Guanajuato y Tamaulipas, invierten entre 10 y 60 millones de pesos al año en la compra de medicamentos oncológicos, esto, dicen los secretarios de salud de esos estados, para evitar que se dé un desabasto como el que tienen los hospitales que dependen del gobierno federal; otro caso es Baja California que compra sus medicamentos oncológicos a empresas norteamericanas.
Cabe destacar que Tamaulipas, con una inversión de 60 millones de pesos, cuenta con un abasto para enfermos de cáncer del 87 por ciento, mientras que la mayoría de los hospitales solamente llegan escasamente al 35 por ciento.
Volviendo al tema de los padres de niños que padecen cáncer, ellos llevan casi dos años denunciando la falta de medicamentos para sus hijos, por ellos se han manifestado y han bloqueado las entradas al aeropuerto Benito Juárez, se han presentado a Palacio Nacional y han recurrido al amparo; hasta ahí creo que las medidas desesperadas de los padres de niños con cáncer, por ningún lado se puede ver que traten de promover un “golpe de estado” como afirma López-Gatell, para quedar bien con quien le da de comer.
Tener esa visión de que los niños con cáncer que no tienen medicamentos, es tener una visión retrograda que solamente es tolerada por los superiores de López-Gatell que no han podido dar a sus gobernados los medicamentos especiales que requiere la salud más elemental.
