Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “hablando Claro” de abc Radio que conduce Manuel Aparicio.
Cuando la delincuencia organizada le quita el monopolio de de la fuerza y de las armas a un gobierno, éste pierde también la credibilidad de sus gobernados; nada nuevo en México pero si digno de comentarse, son los acontecimientos sucedidos en la ciudad de Reynosa, en el estado de Tamaulipas.
Digo nada nuevo porque no solamente es la ciudad de Reynosa donde el crimen organizado ha sentado sus reales, y ha demostrado que la fuerza del Estado no le impide salir a las calles a matar gente a diestra y siniestra, mientras desde la Presidencia se ordena la atracción del caso para que sea la Fiscalía General de la República, la que se encargue de la investigación; en otras condiciones, el gobierno ya hubiera ordenado desplazar al Ejército Mexicano y a las policías especializadas, para que se concentraran en Reynosa y meter en cintura a esos delincuentes… lamentablemente el Ejército se encuentra muy ocupado realizando labores de albañilería en la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y una refinería.
Qué horror debe ser vivir en una ciudad donde al salir a trabajar, la gente se encuentre con miembros de la delincuencia que disparan a diestra y siniestra matando a quienes deambulan por la calle; qué horror debe ser vivir en una ciudad donde las redes sociales han desempeñado un papel tan importante, que es el de dar aviso de que que no salgan de sus casas, porque una bala perdida podría acabar con sus existencia.
El convoy de delincuentes enloquecidos que disparaban a diestra y siniestra, dicen las autoridades que venían de Río Bravo y que recorrieron las colonias Lampaguer, Lampacitos, Unidad Obrera y Bienestar, donde mataron a 15 personas, que de ninguna manera pueden ser miembros de algún cartel, en la mayoría de los casos se supo que eran gente trabajadora como fue un albañil, obreros que reparaban el alcantarillado, el dueño de una tienda de abarrotes y hasta un enfermero que recién se graduó.
Que grave que nos estemos acostumbrando a la violencia y también, por qué no decirlo, a la indiferencia del gobierno que recomienda “abrazos, no balazos” en contra del crimen organizado.
(Fotografía La Prensa Gráfica)
Una cacería de ciudadanos inocentes sólo puede concebirse en una mente distorsionada y enferma con orígenes en el crimen organizado, al cual nunca como ahora se le ha dado manga ancha, y no lo digo yo, hace unos días los líderes de los partidos de la Revolución Democrática, Revolucionario Institucional y Acción Nacional, hicieron declaraciones al periodista Carlos Loret de Mola, de cómo intervino el crimen organizado en las elecciones del pasado 6 de junio.
Reynosa es el infierno, Reynosa es el paso más importante de la droga a los Estados Unidos y Reynosa, como muchos otros puntos de la república mexicana, están en el abandono de un gobierno que se negó a dar el pésame a las víctimas del accidente de la línea 12 del Metro, pero que sí dio el saludo de mano a la madre de Joaquín El Chapo Guzmán.
En este caso en que la sociedad está dolida no es suficiente la condolencia desde el gobierno federal, esa sociedad dolida requiere y exige acciones por parte del gobierno federal.
