Por: Raymundo Medellín
Pasaron los tiempos en los que Andrés Manuel López Obrador iniciaba campaña anticipada para quien lo sucediera en el alto cargo que es la Presidencia de la República, en aquellos tiempos no se veía que hubiera una figura en la oposición, que se opusiera a la designación que él hiciera para contender por la presidencia en 2024.
Había una senadora que aspiraba a gobernar la Ciudad de México, pero aquella legisladora ni siquiera le quitaba el sueño, al paso de los días llegó un momento en que López Obrador hizo una acusación a aquella senadora y ella buscó su derecho de réplica para desmentir, lo que López Obrador había dicho en su espacio llamado “Mañanera”, ahí prácticamente empezó todo, porque el presidente se negó a darle su derecho de réplica, no obstante que un juez había determinado que debería de dársele la oportunidad de hacer la aclaración pertinente; la legisladora fue a las puertas de Palacio con la sentencia judicial, pero nadie le franqueó el paso.
Ahí se iniciaba la pesadilla para López Obrador.
La oposición, que no tenía prácticamente a nadie con la personalidad para encumbrarse a la candidatura presidencial, vio en aquella senadora a una mujer que podría ser la candidata, ni los dirigentes de los tres principales partidos esperaban mucho, pero era la opción.
Xóchitl se convirtió en un fenómeno, casi desde que tocó las puertas de Palacio, tuvo que dejar la aspiración para gobernar la Ciudad de México, para convertirse en la candidata a la Presidencia de la República con el apoyo de los partidos políticos Revolucionario Institucional, Partido de la Revolución Democrática y Partido Acción Nacional, quienes unidos conformaron la alianza “Fuerza y Corazón por México”.
La ahora candidata a la Presidencia de México, Xóchitl Gálvez, se ha enfrentado a toda situación adversa que le han presentado, ha dado la cara a todos y cada uno de los señalamientos que se le hacen y ello la ha convertido en el fenómeno electoral que dígase lo que se quiera por parte de las empresas encuestadoras, es una seria contendiente contra la candidata oficial.
Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz es una mujer de orígenes indígenas que superó las condiciones que se le presentaron en su niñez y adolescencia, es ingeniera en computación egresada de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México; en 1992, fundó la empresa High Tech Services, dedicada al desarrollo de proyectos de alta tecnología, dirigidos al diseño de edificios y áreas inteligentes, ahorro de energía, automatización de procesos, seguridad y telecomunicaciones; también es fundadora y ex Directora General de la empresa OMEI, dedicada a la operación y mantenimiento de infraestructuras inteligentes.
A través de la Fundación Porvenir, de la cual es presidenta honoraria, ha destinado parte de las utilidades de sus empresas para realizar acciones en apoyo de comunidades marginadas, a fin de combatir problemas de desnutrición y contribuir al desarrollo económico, entre mujeres de zonas indígenas.
Ingresó al servicio público durante la administración 2000–2006 como integrante del gabinete ampliado a cargo de la Oficina para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y, posteriormente, fue la primera directora General de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
Ahora Xóchitl sí le quita el sueño a López Obrador, que busca dejar a una incondicional para para evitar enfrentar la ley y la justicia luego de que deje el poder.
Por lo anterior y por mucho más Xóchitl Gálvez es la pesadilla de López Obrador.
