María Esther Beltrán Martínez y J.Carlos Santana
Las cabalgatas que se realizan en toda España, convierten la noche del 5 de enero en mágica, en la que todos esperan la llegada de los Reyes Magos. Niños y adultos reciben regalos, las casas se llenan de alegría y con está festividad se cierra las fiestas decembrinas.
La famosa Epifanía, en el mundo anglosajón se celebra con la llegada de los Reyes Magos, que en España se espera con una gran expectación y multitudinarios festejos. Las celebraciones comienzan oficialmente la noche del 5 de enero, cuando se realiza la Cabalgata de los Reyes Magos en cada ciudad y pueblo, cuando cientos y cientos de personas salen a las calles principales de los centros urbanos para contemplar la recreación de la llegada de los Reyes Magos.
La gente recorre las calles y llega a las principales avenidas y plazas llevando escaleras, para poder destacar por encima de la segunda o tercera fila de gente, con la esperanza de llevarse una bolsa de dulces u otro regalo. Porque en España no es el Niño Jesús, ni Papá Noel, ni San Nicolás el que lleva los reglaos el día de Navidad, sino los Tres Reyes Magos, cuya generosidad se comprueba cada 6 de enero, día de la Epifanía. Niños, familias, y ciudades enteras por todo el país celebran esta importante tradición navideña española.
Con luces, escenas navideñas y villancicos en diferentes lugares, los españoles celebran la llegada de los Reyes con una alegre cabalgata llamada Cabalgata de los Reyes Magos. Los Reyes van a caballo o sobre elaboradas carrozas y lanzan regalitos a los niños alineados en las calles. Esta es también la gran oportunidad de los niños para pedirles juguetes a los Reyes.
Esa tarde, antes de meterse temprano en la cama, los niños dejan sus zapatos en un lugar donde los Reyes Magos los vean con total seguridad. A estos monarcas religiosos, como a Papá Noel, les encantan los dulces, así que los niños españoles dejan unos caramelos para atraer a los Reyes Magos, así como paja para alimentar a sus camellos. Por la mañana, los niños descubren emocionados que los Reyes se han comido los dulces, los camellos se han comido la paja, y junto a sus zapatos encuentran los regalos esperando a ser abiertos. La noche mágica se cierra con otra tradición española: el típico desayuno con Roscón de Reyes, un pastel circular decorado con frutas que simbolizan las piedras preciosas que adornaban la elaborada ropa de los Reyes Magos.