Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro” de Radio Expresión México que conduce Manuel Aparicio.
Dicen algunos políticos que al pueblo “pan y circo”.
El pasado 13 de agosto, el gobierno mexicano celebró los 500 años de la caída de México-Tenochtitlán, para ello se hizo una réplica del Templo Mayor de tablas y papel y se pidió perdón por los caídos en esa gesta heroica, concretamente dijo: “Recordamos la caída de la gran Tenochtitlán y ofrecemos perdón a las víctimas de la catástrofe originada por la ocupación militar española de Mesoamérica y del resto del territorio de la actual República mexicana”, esto dijo el mandatario en el acto oficial.
Pero recordemos la historia.
Hace 500 años ocurrió uno de los episodios más transformadores de la Historia de México. El 13 de agosto de 1521, hace justo 500 años, la ciudad indígena de México-Tenochtitlán -hoy Ciudad de México- fue capturada luego de un estado de sitio y batallas encarnizadas que se habían prolongado durante varios meses.
En recuerdo a aquélla gesta histórica, el gobierno mexicano celebró el acontecimiento levantando una réplica de cartón y otros materiales del Templo Mayor en el Zócalo de la Ciudad de México, además de presentar un espectáculo de luz donde se reflejo aquella encarnizada lucha que ahora, los historiadores coinciden, en que fue la caída de México-Tenochtitlán.
Creo que no fue precisamente una conquista como muchos historiadores sostienen, más bien se trató de una alianza; los historiadores se han centrado mucho en la conquista bélica, pero hubo mucho más que eso, hubo una conquista cultural, una conquista religiosa, la conquista de los comportamientos; se trato de un nuevo orden y también se ha considerado el momento más doloroso de la historia nacional.
Cuauhtémoc no era precisamente un tlatoani porque formalmente nunca fue coronado, el último tlatoani formal de México-Tenochtitlán, fue Cuitláhuac que había sido coronado en 1520, pero murió por la viruela a finales de ese mismo año y Cuauhtémoc tomó el poder, pero era más bien un líder militar que había sido investido con el mando, con el encargo de tlatoani; Cuauhtémoc fue apresado cuando pretendía escapar de la ciudad que ya no podía defender.
En lo personal creo que la llamada conquista no fue precisamente una victoria española, fue en primer lugar una victoria tlaxcalteca, porque los tlaxcaltecas tenían un aproximado de 20 mil combatientes al lado de los españoles en ese campo de batalla; los españoles eran menos de mil; también podría decirse que fue una victoria texcocana, porque los guerreros de Texcoco eran otros tantos y bueno los Chalcas tenían un aproximado de 10 mil o un poco más.
Pero bueno, se pidió perdón a los caídos en esa gesta heroica, esperemos que en un tiempo no muy lejano, que no sean 500 años, veamos a alguien que pida perdón por la indiferencia a los muertos por la pandemia, a los niños con cáncer muertos por falta de medicamentos…
Mientras el circo que representan los actos históricos se convierten en políticos.
