Por: Orlando Franco
Una de las frases más repetida y exprimida de la larga campaña de AMLO fue, !PRIMEROS LOS POBRES!, indudablemente esta frase tenía un trasfondo de Mercadotecnia Política, es decir, el proyecto tenía como objetivo “vender” al Mesías mexicano.
Nos podemos preguntar si “vender” es el verbo apropiado, la respuesta contundente es si, los expertos en marketing político identifican a la, o el candidato como el producto a vender, obviamente el electorado es el cliente y la moneda de cambio es el voto. Para vender al candidato los mercadólogos políticos promueven las virtudes del producto, cuando hay poca Ética o no la hay, como es el caso de Epigmenio Ibarra, las virtudes se inventan. Un experto en Marketing político, si es ético identificará y potenciará la virtudes, si no lo es, las inventará sabiendo qué es lo que la gente quiere escuchar, en innegable que el perfil político de López ha sido espeluznantemente exprimido e impulsado con mentiras de alta penetración social, ¿quieren un ejemplo lapidario? !PRIMERO LOS POBRES!
Cuando el presidente López Obrador empezó a desaparecer a los organismos independientes, se encontró que con algunos simplemente no podía debido al bien ganado prestigio social, sin duda el primer lugar lo tenía el INE pero en esa lista también aparecía el INEGI y el CONEVAL. Y entonces lo que hizo fue cambiar a los titulares, para sorpresa de muchos, yo incluido, los resultados que han presentado ambos organismos ha sido honestos y con robusto sustento estadístico.
Pues justamente los informes que han ofrecido tanto el INEGI como el CONEVAL, demuestran que aquella desgastada máxima de !PRIMERO LOS POBRES! es otro mito genial, como diría el clásico. Hoy día hay más pobres, particularmente en pobreza extrema, y los pobres son más pobres, los programas sociales del Mesías mexicano solo han servido para mantener su clientela electoral no para sacar adelante a quienes menos tienen. !PRIMERO LOS POBRES! solo es marketing político.
Y ¿hay contradicciones? CLARO
Si el presidente agrede a los empresarios, a los inversionistas, a quienes tuvieron posibilidades de estudiar en el extranjero y agrede hasta a la “ambicionista” clase media, entonces lo que quiere es tener un México de pobres.
Refiriéndose a la clase media, el Mesías mexicano dice: “son muy difíciles de convencer”, “son los que quieren triunfar y salir adelante” “son los que van a la iglesia todos los domingos” ¿y?, ¿quién le dijo que es malo pensar o desear superarse o profesar alguna religión?, ¿por qué odia a la clase media si él viene de ella?.
(Fotografía Efekto TV)
Entonces López Obrador quiere un México con personas a quienes se les convenza con facilidad, sin educación o con estudios truncos, sin aspiraciones y con mentalidad perdedora, para muchos, no para mi, esto último es un pesado vicio social.
Si por la izquierda votan los pobres, entonces por supuesto que le conviene que existan, porque ellos ven en morena la varita mágica que les ayudará a que dejen de ser pobres.
¿Entonces la destrucción económica por la que estamos transitando, ¿no es producto de la incompetencia presidencial?, más bien pareciera que forma parte de una estrategia probada y comprobada en países como Cuba o Venezuela.
El “proyecto”, si se le puede llamar así, de amlo es que los mexicanos, cada día más pobres, nos conformemos con las migajas de sus programas populistas y electoreros, es muy importante que los “conservadores” no metan ideas, ellos son los enemigos.
Lo que veo es que el modelo presidencial solo funcionará en el corto plazo, tal vez un poco en el mediano, después aparecerán dos escenarios; A) sus adoradores serán cada vez menos porque verán que diariamente es más difícil llevar comida a la mesa familiar y B) la economía del país quebrará como la venezolana, ¿en serio? !PRIMERO LOS POBRES!, la verdad es que ellos han sido y serán las primeras víctimas.
(Imagen Xataka México)
Por otro lado es evidente que al Mesías mexicano ya se le está acabando el dinero, lo gastó en evitar costosas demandas por la absurda idea, de cancelar el extraordinario aeropuerto de Texcoco, nunca se evidenciaron desvíos de recursos y el único defecto que tenía esa extraordinaria obra, es que era de otra administración; pero también se le está acabando el dinero por sus absurdas por inviables obras faraónicas, un aeropuerto muy limitado que nunca operará adecuadamente por múltiples razones, un tren maya que nadie entiende para que servirá y cuya construcción ha dañado seriamente al entorno ecológico y una refinería que va en contra sentido del progreso globalizado, la gasolina poco a poco está siendo substituida por energías limpias como la eléctrica, la solar o la eólica, la de los ventiladorsotes dijo el presidente.
La única inversión justificada pero pésimamente aplicada es la relacionada con la emergencia sanitaria, la distribución de los recursos es improvisada, casuística y discrecional de acuerdo al histrión López Gatell, el creador de la profunda consigna filosófica “sirve para lo que sirve y no sirve para lo que no sirve”, sí, aquel que aseveró que en el escenario catastrófico habría 60 000 fallecimientos y el pináculo de la pandemia sería el 10 de mayo del 2020. Se está acabando el dinero de los programas sociales con los que intenta justificar !PRIMERO LOS POBRES!
López Obrador no obtendrá más recursos ni de inversionistas, (les tiene pavor), ni de impuestos, ni de créditos extranjeros, la segunda mitad de su mal llamada gestión será verdaderamente difícil por las limitaciones financieras ¿y los pobres?
(Fotografía ViveUSA)
Pero hay otra variable a considerar, México no es Venezuela, es vecino de la nación más poderosa del mundo y ésta no querrá problemas que le afecten, cada día hay más migrantes, evidentemente la mayoría mexicanos. Biden no puede permitir que el crimen organizado continúe traspasando sus fronteras, ni que por el sur de EEUU se “cuelen” terroristas. Habrá fuertes distanciamientos entre Biden y el Mesías, de hecho el primero ya lo evita y por eso la fría relación la lleva la Vicepresidenta “Kamila” parafraseando a amlo. Este alejamiento también dañará la economía mexicana.
Por todo lo anterior la máxima de !PRIMEROS LOS POBRES! es una farsa.
