Con frecuencia dentro de muchas conversaciones, la pregunta típica es acerca de donde es el lugar más seguro para mantener sus ahorros.
Dejando de lado la costumbre antigua que la mayoría de nuestros abuelos enterraban su dinero en el patio de su casa o lo metían bajo el colchón, generalmente la solución más común por todos los años han sido los bancos y más por la idea de que si ahí lo dejamos por algún tiempo, este nos dejara algo extra por los intereses que muchas veces no son lo que esperamos.
Sin embargo en todo lo relacionado a nuestros ahorros o nuestras inversiones, el conocimiento popular no siempre es la mejor solución, ya que las personas tienden a saber poco o casi nada acerca de las finanzas.
Con el tiempo, esta respuesta de donde guardar tu dinero sigue vigente en muchos sectores del mundo, pero realmente ha ido evolucionado al grado de ya no quererlo guardar, si no buscar donde mejor invertirlo, pero el mismo hecho de que las personas carecen de educación financiera, provoca que la mayoría no sepa dónde y cómo invertirlo, obteniendo perdidas por la misma situación. Ya que las inversiones, como cualquier otro tipo de trabajo, requiere una preparación adecuada.
Por eso la respuesta a donde guardo mi dinero es la siguiente:
El dinero debe de ponerse en un lugar a salvo, y a salvo no es dentro de tu cuenta bancaria, ya que la forma en que los bancos funcionan, hacen que el tenerlo almacenado en cuentas bancarias comunes, sea totalmente arriesgado. En otras palabras, los bancos trabajan suponiendo que NO todos sus clientes van a necesitar su dinero al mismo tiempo para retirarlo. Sin embargo todo ese dinero no está almacenado en forma física, en las bodegas del banco, ni respaldado en oro como en el pasado, sino que el banco lo está usando para sus propias inversiones, en pocas palabras, el dinero que tu depositas en el banco está siendo invertido por el banco para su propio beneficio y generen ganancias que no compartirán contigo. Únicamente te ofrecen un mínimo porcentaje que muchas veces con la inflación y cobros de manejo de cuenta, terminas perdiendo más que ganar. ¿Suena injusto no?
Sin embargo esto pasa en el 98% de países del mundo, ya que todos forman parte de la gran red bancaria globalizada, que nada tiene que ver con el gobierno de turno de cada país.
El truco está en que se supone que todos los bancos junto con los gobiernos se apoyarán mutuamente prestándose dinero entre sí, en caso de que algo salga mal, y alguno se quede sin dinero por cualquier mala inversión.
Es por eso que ves que USA, China, Rusia y las más poderosas naciones de Europa se ayudan entre ellos cuando algún banco de cualquiera de sus países está en problemas. Este es el sistema bancario actual.
El pequeño detalle es que en el pasado las personas a cargo de gestionar las inversiones de los bancos eran más cautelosas y se preocupaban por cuidar nuestro dinero, sin embargo en las últimas décadas se han vuelto más agresivos, con lo cada vez que pierden, sus pérdidas son relativamente grandes.
Y si todos obtienen pérdidas grandes al mismo tiempo, se vive una crisis igual de grande a la que se vivió recientemente en el 2008 en todo el mundo, y en menor escala se podría vivir la situación de Chipre o algunas parecidas como la de Argentina en 1999 -2002.
La cosa se pone mucho peor cuando nos damos cuenta que las inversiones no son una ciencia exacta, y por tanto siempre están expuestas a un riesgo de pérdida, y si le sumamos que en muchos de los casos, el encargado de invertir el dinero del banco no está del todo capacitado para hacerlo, su decisiones y exposición al riesgo pueden no ser adecuadas, con lo cual las posibilidades de perder dinero se incrementan.
Es por eso que para poner a salvo nuestro dinero, no debemos de confiar totalmente en dejar nuestro dinero en la cuenta de ningún banco, ya que también existen cuentas de inversión dentro de los bancos mismos en los cuales si comparten las ganancias que ellos obtienen contigo. Generalmente las ganancias son pocas, pero es mucho mejor que dejar que siempre usen tu dinero y no tener nada a cambio.
Otra Opción más avanzada y que realmente se recomienda es abrir una cuenta de inversión en una casa de bolsa, ya que estas instituciones, funcionan de forma parecida a los bancos pero con la diferencia que tu dinero es únicamente para invertirlo tú mismo y no para que lo usen ellos.
Este opción funciona diferente, ya que todos los clientes del corredor de bolsa son estrictamente inversionistas, usando su dinero para sus propias inversiones y por tanto el corredor no se puede dar el lujo de tomar el dinero de su clientes para invertirlo (como el banco) y luego no tener suficiente disponible en caso de que sus clientes lo necesiten.
Cuando abres una cuenta en un corredor de bolsa, se entiende que ese dinero que depositas será usado para comprar activos de inversión como acciones, opciones, futuros, divisas, etc. Y debido a que el bróker (así se le llama a las casa de bolsa) no sabe cuándo vas a realizar dichas compras, y generalmente todos sus clientes están usando el dinero dentro de sus cuentas cada día, simplemente tu dinero permanece siempre ahí en su totalidad dentro de tu cuenta, sin que nadie lo toque o lo invierta arriesgadamente por ti.
Esto hace que una cuenta de inversión en una casa de bolsa sea mucho más segura que una cuenta bancaria normal, ya que aun cuando ambas cuentas pudieran no generarte nada de retorno, al menos sabes que en tu cuenta dentro del bróker, tu dinero está realmente “guardado”.
Así que en conclusión:
Una vez que tengas tu dinero en un lugar seguro, el segundo paso es aprender a invertirlo para hacerlo crecer, y evitar cometer el error de intentar invertirlo sin la preparación adecuada.
Siempre hay instituciones muy serias que ofrecen grandes y muy prácticos cursos y que puedes encontrar en internet.