Hay cosas de las que uno se olvida,
otras desaparecen y otras mueren.
Y no hay prácticamente nada de trágico en ello.
Haruki Murakami
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
El presidente López Obrador resultó ser todo lo contrario a lo que pregonaba, cuando premió a Salvador Cienfuegos se le terminó la supuesta autoridad moral con la que navegó por años, con la que engañó a miles y hasta millones que le dieron el voto en el 2018 para ser presidente, no se transformó, siempre fue así, ahora nos deja ver su verdadero rostro y su actitud miserable contra sus gobernados.
Ya lo vimos desestimar las críticas simplemente porque no le gustan, el desdén con el que se manejan los de la 4T que le hacen segunda como sus moneros que son capaces de limpiarle la cara a López-Gatell y llamar golpistas a los niños que padecen cáncer y que no tienen sus tratamientos. El gobierno humanista que no escucha a las mujeres que son violentadas porque creen que basta con tener más del 50% de féminas en el gabinete, pero que se amuralla en Palacio Nacional para no escuchar reclamos. Se le terminó la fuerza y no va con los damnificados de Otis por temor a que le mienten la madre, asegura que debe cuidar la investidura presidencial, pero se reúne con la mamá de un narcotraficante.
Dice que hay que guardar las formas y cuidar la investidura presidencial que arrastra desde hace meses con un sistema de salud colapsado, con medicamentos que no llegan a su destino, con las víctimas de la Línea 12 del Metro y que hicieron todo para proteger a su “corcholata”, eso sí llaman mezquinos a quien lo recuerda, se desgañitan qué lucran con la tragedia, aunque ellos lo hicieron con la descripción de los 43 normalistas que por cierto no han resuelto.
Ahora el problema no es menor con la masacre en Salvatierra, Guanajuato que dejó 11 muertos y 12 personas heridas, anteriormente en Celaya habían asesinado a cinco jóvenes médicos, y lo único que dijo el presidente es que fue por el tema de las drogas, según él, Guanajuato es la entidad donde más se consume droga, pero la cuestión es que como siempre con sus otros datos no se sabe bien a bien en que estado se tiene el mayor índice, pues los datos que se tienen son de hace seis años, debido a que por órdenes del pejelagarto se retiró la encuesta que llevaba un control sobre el consumo de droga.
Además de eso AMLO apuesta a decir que el consumo de droga se relaciona con la violencia, nuevamente vuelve a equivocarse, el ejemplo es claro en EU país con un alto índice de consumo de droga, la tasa de homicidios es mucho menor a la que presenta en México.
La situación se vuelve grave pues debido a estos hechos se dieron los resultados que durante el sexenio han aumentado los asesinatos a jóvenes de entre 17 y 35 años. Los datos quedan ahí.
Al Pejelagarto no le gustan las comparaciones, o le gustan las que lo ponen a la par de Benito Juárez o José María Morelos y Pavón, aquí he sostenido que su gobierno está a la altura de Vicente Fox o Peña Nieto. Aunque el de tabasco siempre nos sorprende, siempre se supera y ya es una calca de Gustavo Díaz Ordaz quien con Luis Echeverría se encargaron de criminalizar a los jóvenes del 68 y del 71, así se fueron creyendo qué salvaron al país de fuerzas oscuras, una verdadera patología… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
¿No que los priistas eran impresentables, la mafia del poder?
Ahí están Eruviel, Murat, Ramírez Marín, Ruvalcaba y otros en las filas de Sheinbaum, Noroña y Citlali. ¿A poco no se parecen?
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Hasta la próxima.
