Aquiles Córdova Morán Al conocerse la victoria de Donald Trump en EE UU, el Primer Mandatario del país declaró que, en vez de mirar eso como un riesgo para México, había que verlo como una gran oportunidad. Pienso que el planteamiento, visto así, en general, es totalmente correcto, y me recordó, por cierto, lo dicho por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, con motivo de las duras sanciones económicas impuestas a su país por EE UU y sus aliados europeos con motivo de los sucesos de Ucrania. Creo sin embargo que, tal como lo hizo el mandatario ruso, debemos avanzar del planteamiento general a detallar los pasos concretos que consideremos indispensables para convertir la posibilidad en realidad contante y sonante. Por eso, aprovecho hoy mi discurso ante más de 30 mil ciudadanos de Texcoco, reunidos el día 13 de noviembre del año en curso para celebrar 24 años de lucha antorchista en ese importante municipio mexiquense, para ampliar y precisar algunas de las propuestas que allí me permití formular en relación con el problema antedicho.
*En México “los buscados” son aliados del sheriff Por Luis Repper Jaramillo* [email protected] Ofrecer recompensas (15 millones de pesos por cada uno) por ubicar, informar y denunciar para su captura a los ex gobernadores del PRI, Javier Duarte de Ochoa, de Veracruz y Tomás Yarrington Ruvalcaba, de Tamaulipas, es una culpabilidad manifiesta del Partido Revolucionario Institucional y del Gobierno federal en turno. Confirma que la colusión, indiferencia, conveniencia, complicidad, corrupción e impunidad son los “signos vitales” de un sistema político decadente, rebasado, inútil e incapaz.
La historia del México que conocemos ha tenido sus mejores episodios cuando sus hijos decidieron arrastrar las consecuencias antes que permitir que los males o las desgracias cayeran sobre sus hermanos. Son muchos los actos de heroicidad que registran las páginas de nuestra historia, y en la mayor parte de las veces los hombres y las mujeres que los protagonizaron estuvieron dispuestos a perder la vida para evitar que otras fueran arrancadas por la tragedia.
La izquierda mexicana no puede ni debe minimizar el hecho de que Donald Trump, el máximo exponente del populismo autoritario, racista y misógino, haya conseguido llegar al poder ejecutivo de la primera potencia económica y militar del mundo.
Comentario a Tiempo Por. Teodoro Rentería Arróyave Cuando atónitos presenciamos que el voto hispano está, al cierre de esta entrega, favoreciendo al racista y misógino Donald Trump y no obstante que nos habíamos propuesto esperar resultados confiables de las elecciones en Estados Unidos, nos decidimos por escribir sobre el palo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación dio a los enemigos de las libertades de prensa y expresión.
Por Aquiles Córdova Morán De los imperios antiguos aprendimos que el supremacismo, el hegemonismo absoluto e incompartido de una potencia sobre las demás naciones, es la esencia misma del imperialismo; que para quienes detentan el poder imperial, cada nueva nación conquistada y sometida es solo una nueva frontera que derribar en un proceso de expansión que no conoce límites. Así lo ilustran el Imperio Persa, el de Alejandro Magno y el gran Imperio Romano, quizá el mejor conocido por el mundo moderno. A nosotros nos ha tocado vivir dentro de un nuevo tipo de imperialismo, un imperialismo que se distingue de los antiguos en muchas y muy importantes cuestiones, a pesar de la cual no hay duda de que, para poder realizar sus propios fines, necesita actuar y actúa exactamente como los imperios antiguos en materia de expansión ilimitada, impulsado por la misma hambre irrefrenable de conquista para poner a todo el mundo al servicio de sus intereses comerciales, financieros y políticos.